El fenómeno televisivo y la cultura urbana paninaro fueron de la mano en todo momento. Series de televisión como Drive In, en la que Enzo Braschi daba vida a un personaje de extrema superficialidad, ayudaron a la globalización de una cultura que buscaba sus ídolos en las pantallas de TV.
Como ya apuntamos, la publicidad emergente de los canales de televisión privada y los espacios dedicados a vídeos musicales (directamente importados de Estados Unidos) supusieron una gran plataforma para el desarrollo de la tribu urbana de los paninari. Pero también el cine dio iconos a estos jóvenes. Las sagas de Rambo, Rocky, o la película de Tony Scott Top Gun (interpretada por un jovencísimo Tom Cruise, quien puso de moda las gafas de sol tipo ‘aviador’) gozaron de una gran popularidad entre ellos. Otra película de gran éxito entre la chavalería fue Sposerò Simon Le Bon (Casarse con Simon Le Bon), que narraba las peripecias de una adolescente de 14 años cuyo sueño residía en contraer matrimonio con su ídolo Simon Le Bon, cantante y líder de la banda musical Duran Duran.
El hijo predilecto de la serie Drive In fue el ‘film’ Italian Fast Food (Comida Rápida Italiana), en el cual también participó el ya nombrado actor Enzo Braschi (en el vídeo de más abajo, el de bigote y chupa vaquera) encarnando al líder de una pandilla de paninari que se hacía llamar ‘il gran gallo’ (algo así como ‘el gran chico’). Ambientada en plenos años 80, época de apogeo de la subcultura que andamos tratando, narra las historias que tienen lugar durante un día alrededor de una bocatería típica milanesa. Nos sirve de tal modo para hacernos una idea del ambiente juvenil de por entonces; movidas entre paninari y punks, referencias a los ultras, etc...
Llegados a este punto, es de rigor también comentar la existencia por aquellos años de algunas revistas especializadas dedicadas en exclusiva a los chicos que conformaban el paninaro. La más famosa de todas tenía como título Paninaro, y llegó a distribuir hasta 100.000 copias en el año 1987, ahí es nada.
Extensión hacia otras partes de Italia
La extensión de este movimiento juvenil se hizo patente, primero en toda la ciudad de Milán (donde, a propósito, comenzaron a desarrollar una jerga propia, con términos como ‘gallo’ y expresiones como ‘sparare un paninazzo nel gargarozzo’, cuyo significado es algo así como ‘comerse un bocata con glotonería’) y más tarde por ciudades como Turín, Padua, Bolonia, Verona, Roma, e incluso Nápoles, aunque en cada ciudad el paninaro recibió diversas denominaciones.
Es así que en Roma eran conocidos como tozzi, nombre proveniente del adjetivo inglés ‘tough’, que básicamente significa ‘duro’. Un importante acontecimiento para los tozzi fue la apertura del primer restaurante Mc Donald´s en Italia en el año 1986, situado en la famosa Piazza di Spagna. El atuendo de los tozzi incluía zapatos Timberland, vaqueros Levi´s 501, plumas y gorros tipo ‘watchcap’ de Ciesse, cinturones de cuero El Charro, etc. Los barrios de Parioli y Eur (barrios de la ‘Roma bene’) eran lugares de concentración habitual de estos jóvenes.
En Bolonia, por otra parte, fueron conocidos como zanarini, y en Verona como bandolari; también en Napolés, hacia finales de los 80, cuando en Milán el movimiento estaba en sus últimas, empezaron a surgir como los llamados chiattilli. En Padua solían reunirse en una céntrica paninoteca conocida como ‘Master’, situada en la Piazza Cavour; lo hacían hasta no más de las 6 de la tarde, ya que aquello pertenecía al territorio de los ultras del Calcio Padova, y según testimonios de por entonces, a partir de esa hora daba comienzo el festival de hostias para los panozzi, e incluso alguno dejaba allí sus zapatos y su Moncler.
Paninaro en las gradas de fútbol
Si bien no hay demasiado documentado con respecto a la presencia de los paninari en las gradas de los estadios de fútbol, probablemente porque tampoco fueron una cultura excesivamente futbolera, es obvio que las dos grandes curvas de la ciudad de Milán -Curva Nord Inter y Curva Sud AC Milan- albergaron a una buena cantidad de estos durante los años 80, siendo más notable su presencia, según parece, en la Nord interista. Es más; se dice incluso que muchos de los integrantes del mítico grupúsculo Skins Inter fueron, durante los primeros compases de los 80, amantes de la tribu urbana que llevamos ya un rato tratando.
Además, como comentamos ya en su momento, su estilo influyó en cierta manera a los casuals ingleses de aquellos años. El creciente gusto por las firmas italianas y por determinados aspectos del ‘look’ paninaro fue la causa de que los casuals abrieran la puerta a nuevas tendencias y, de tal modo, alcanzaran un nuevo grado de innovación estética, base en la que siempre se sustentó dicha escena.
También existe constancia de tozzi (como ya se ha explicado, equivalente romano de los paninari milaneses) tanto en la Sud romanista como en la Nord laziale, aunque, obviamente, en mucha menor medida de lo que ocurría en la ciudad de Milán.
Ciao!
Mr Nordli
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