A veces el destino es un hijo de puta con un extraño sentido del humor. Eso es lo que pensé tras leer esta noticia.
Fallece apuñalado un joven aficionado del Barça
La Policía detiene al presunto homicida, un español de 39 años y con antecedentes, en su vivienda
A altas horas de la madrugada de anteayer, una vecina de la calle Tomás Ortuño de Benidorm, en pleno centro, escuchó en varias ocasiones a un joven gritando "¡por favor, ¿alguien puede venir?". Pero ni abrió la ventana. No le dio importancia, pues durante toda la noche "hubo mucho jaleo en la calle a causa del partido de fútbol" que Real Madrid y Barça disputaban para hacerse con la Copa del Rey. Ocho horas después, sentada en el banco que hay bajo su ventana, frente el número 84 de la citada calle, y al lado de una mancha de sangre en el suelo, lamentaba su decisión. Pensaba que quizá hubiera podido salvar la vida del joven de Pedreguer de 25 años que ayer la perdió, en ese lugar, tras recibir una puñalada. Pero no hubiera podido.
El joven falleció a las 4.45, instantes después de recibir una incisión en su costado izquierdo que le afectó órganos vitales, según confirmaron fuentes de la Policía Nacional. Éstas apuntaron también que según las primeras investigaciones, y por las manifestaciones del amigo que acompañaba al fallecido, "todo se originó a raíz de una disputa futbolística en relación al resultado del partido jugado esa noche". La pareja de amigos, que había bajado de Pedreguer para "salir de marcha" por Benidorm, exaltaba al Barça cuando se encontraron con un aficionado del equipo contrario. Sus discrepancias derivaron en una pelea. Y en medio de ésta, el desconocido sacó de su ropa un gran cuchillo de cocina y apuñaló al fallecido.
El amigo decidió entonces enfrentarse al agresor y, según los vecinos, le llegó a asestar un puñetazo, siguiéndole hasta el portal de enfrente, del edificio Pentágono, número 83 de la calle Tomás Ortuño. Cuando vio que entró en el edificio, llamó por teléfono a los servicios de emergencia. Agentes de la Policía se personaron allí a los pocos minutos. Desde las cinco de la madrugada hasta las 17 horas de ayer mantuvo una vigilancia constante en el edificio, en la que participaron más de 50 agentes de Benidorm que interrogaron a más de 140 vecinos y comerciantes, controlaron más de 60 viviendas y tomaron declaración a seis testigos, hasta que detuvieron con éxito al sospechoso homicida.
En la investigación también hicieron uso de las cámaras de seguridad de las sucursales bancarias de la zona y registraron todas las papeleras del área y bolsas que portaban los vecinos que salían del citado edificio, hasta que obtuvieron mandamiento judicial para entrar y registrar el domicilio del sospechoso, donde localizaron "tanto la que se presume que fue el arma homicida, como las ropas que portaba el responsable de la muerte en el momento del crimen".
El detenido, de 39 años, nacionalidad española y con varios antecedentes policiales, será puesto a disposición de del juzgado de instrucción de Benidorm durante este fin de semana.
Según fuentes próximas al caso, éste testificó que todo sucedió cuando bajó a comprar tabaco y vio a los chicos de Pedreguer discutiendo entre ellos en la acera de enfrente de su casa. Según afirmó, se metieron con él, motivo por el que sacó el cuchillo para intimidarles. Y, según su versión, discutieron e hirió a uno de ellos. En ningún momento, sin embargo, pensó que la herida podía haberle ocasionado la muerte.
Por su parte, los vecinos, que tardarán en olvidar lo sucedido, no recordaban haber escuchado ninguna discusión fuerte a esas horas, aunque sí el portazo y golpe en el portal donde vive el detenido. Pocos fueron, por otra parte, los que vieron al fallecido, pues el levantamiento del cadáver se produjo, según testigos presenciales, sobre las siete de la mañana. Fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Alicante para su autopsia. Hoy habrá un responso por el joven en la iglesia de su pueblo, en Pedreguer, a las 15.45 horas.
"En el pueblo hay una gran conmoción"
El alcalde de Pedreguer, Andrés Ferrer, confirmó ayer que la noticia creó "una gran conmoción" en el pueblo. "Su familia es muy conocida... su prima es la edil de Fiestas, y él tenía un amplio círculo de amistades, era amante de las fiestas, del Bous al Carrer, sus padres han estado muy involucrados en asociaciones... ha sido un duro golpe para la familia y para el municipio, se ha llevado toda su vida por delante", declaró. La Corporación hará en el pleno de la próxima semana una manifestación como apoyo a la familia y rechazo a lo ocurrido.
Y es que nuestra querida isla fue el escenario de un suceso similar en la última final de Copa que se había disputado entre los dos grandes del fútbol español hasta este 20 de abril (felicidades a quien corresponda).
Y decía que el destino es un hijo de puta con un extraño sentido del humor porque resulta trágicamente curioso que en aquella final del 90 el resultado fuera de 2-0 para los azulgranas y dos aficionados madridistas fueran las víctimas, mientras que en esta ocasión, 1-0 para los blancos, haya sido un culé. Nuestro recuerdo a estas personas que nunca debieron dejar de vivir por algo tan trivial.
Pero bueno, para quitarle un poco de hierro a estos luctuosos hechos (dentro de lo que cabe) acabemos con otro episodio de violencia menos luctuoso y algo más... "simpático" (dejando claro que condenamos enérgicamente todo tipo de violencia de género, machista, doméstica, etcétera, etcétero).
Por una cerveza ante la final
Todo fue por una cerveza que tenía preparada para la final de la Copa del Rey entre el Madrid y el Barça. El Cuerpo Nacional de Policía arrestó el pasado miércoles por la noche a un hombre por presuntamente protagonizar un caso de violencia doméstica. El sospechoso supuestamente dio un fuerte empujón a su compañera sentimental tras una acalorada discusión en el domicilio conyugal. El motivo de la disputa fue una cerveza que desapareció de la nevera. El hombre explicó que tenía preparadas dos cervezas para el partido de la final y, cuando abrió el frigorífico, solo descubrió una. Entonces se desencadenó una discusión y él acabó detenido.
Las cosas como son, si veo que falta una cerveza en mi nevera y, para más inri, mi parienta es abstemia, me mosquearía.