BLOG DEDICADO A JAIME MARTORELL MIR




miércoles, 30 de octubre de 2013

THE HOOLIGAN WARS

The ice cream wars o The hooligan wars, la verdad es que no sé cuál es su título original, de los mismos responsables de White collar hooligan, es otra muestra más de eso que ya he comentado en otras ocasiones, una película que pretende ganar un público futbolero con el señuelo del hooliganismo. Y la trama desde luego parece calcada a la de la película anterior, a la que podríamos llamar "gemela": mismo reparto y un argumento muy similar, sólo que en esta ocasión combinado con el de La camioneta, la comedia de 1996 ambientada en Irlanda durante el Mundial de Italia '90. Las dosis de hooliganismo son escasas, testimoniales, pero eso sí, convenientemente insertadas en el trailer.
Narra la historia de un futbolista profesional que se ve obligado a reinventarse, no por la crisis o su mala calidad, sino por una grave lesión en la pierna tras una alevosa agresión (no me queda claro el motivo de la misma). Así que monta un negocio ambulante de helados, pero tras ser amenazado por la mafia polaca del vecindario, se ve obligado a recurrir a los servicios de criminales autóctonos (el mejor siempre será el mafioso local), y lógicamente, eso hace que su situación se vuelva aún más complicada. Curiosas las pancartas de Cracovia en el estadio.
Para pasar el rato sin más.

martes, 29 de octubre de 2013

ANNIS, REMEMBER:

 
 
CARDIFF IS RED


sábado, 19 de octubre de 2013

miércoles, 16 de octubre de 2013

COLONIA-OBERHAUSEN 2013 (III)



 
¿Qué mejor colofón para un fin de semana en Alemania que un partido de fútbol? El domingo por la mañana jugaba el Colonia contra el Aalen. El Colonia tenía opciones de ascender y el rival no era nada del otro mundo, un equipo del montón. Dado que la noche anterior no hicimos muy tarde, estábamos más o menos frescos para disfrutar del primaveral domingo.
Con el tiempo algo justo cogimos de nuevo la línea 18 del tranvía y pusimos rumbo al estadio. No habíamos comido nada antes de partir y tanto mi compañero de andanzas como yo estábamos desesperados por meternos algo entre pecho y espalda ante la incompresión de nuestro anfitrión que sólo se preocupaba de llegar a tiempo para el partido. "¡Cuánta hambre se pasa en España!" debía pensar, pero lo cierto es que sigo sin entender cómo esa gente puede estar tanto tiempo sin probar bocado. Al final tuvimos que esperar a entrar al estadio para poder comernos sendas fricandelas regadas con cerveza. Cerveza con alcohol, por supuesto. Yo entré con un carnet infantil tras pagar un suplemento de 3€, lo cual me parece una buena manera de aprovechar un abono que nadie va a usar. La comida y la bebida la pagaron nuestros amigos con unos resguardos, no sé muy bien cómo iba la cosa pero creo que les hacían algún descuento por ser socios. Como digo, la cerveza era con alcohol, allí no ha llegado la sharia, aunque en unos puestos regalaban cerveza sin alcohol (la que aquí te venden en el estadio "por el precio de un riñón") que no parecía interesar mucho a los aficionados. A diferencia de Inglaterra se podía beber también en la grada, donde unos sonrientes helmuts* llevaban vasos, de medio litro aproximadamente, en bandejas.
Nosotros estábamos en el fondo ultra donde conviven distintos grupos. Nuestros amigos pertenecen a Boyz Köln. Aparte de ellos están Wilde Horde y Coloniacs, y alguno más que desconozco o que no recuerdo. Los hooligans, que colgaron una pancarta de homenaje en el descanso en memoria de uno de sus miembros recientemente fallecido, se sitúan en el fondo opuesto. La grada era de pie, ¡qué gusto poder volver a vivir el fútbol como Dios manda! Y sin policía que ofendiera la vista. Bueno, realmente no había policía en todo el estadio.
Llegamos, como apuntaba, con el tiempo justo. La interpretación del himno por parte de la afición fue espectacular, combinando palmas y bufandeos de una forma muy organizada, típicamente alemana. He visto algún vídeo por la red pero ni punto de comparación a lo que yo viví en directo. El tifo no fue para tanto, por no dejarlo en "no fue" a secas, se limitó a unos cuantos estandartes, banderas y bufandas. También típico germano. Más jugoso fue el tifo protesta en el descanso contra la presencia de cámaras de vigilancia.
Varios ultras dirigían los cánticos con megáfonos y el ambiente no decayó en ningún momento, manteniéndose el tifo vocal a un nivel muy óptimo durante todo el encuentro y transformándose en una explosión de euforia con el gol de los locales prácticamente en el último minuto (¡qué gusto también poder volver a subirse a una valla!), lo que le daba opciones de ascender. Lamentablemente ya sabréis que al final no pudo ser.
 Al final del partido nos hicimos con algunos artículos no oficiales que vendían en la calle. Me quedé con las ganas de comprar una bufanda conmemorativa de la extinta y enterrada amistad entre Colonia y St Pauli. Para celebrar la victoria fuimos a tomar unas cervezas al bar donde se reúnen los hooligans de Cologne Streetfighters, entre los que vimos alguna cara conocida del concierto. Llevaban camisetas rojas confeccionadas en honor de su camarada. Según nos contaron, el funeral fue muy sentido, con presencia de muchos old faces y hasta de un gaitero al estilo celta. Gente ya veterana y curtida, bona gent, alguno con la parienta y uno que estaba convencido de que yo era inglés, no será por mi dominio del idioma, desde luego.
Por desgracia se acercaba la hora de partir y era cuestión de comer algo. Al final conseguimos invitar nosotros y lo hicimos en un restaurante especializado en escalopes de todo tipo (me río yo del Skalop) en plena zona de ocio universitaria y carnavalera. Yo di buena cuenta de un schnitzel típico vienés, mi particular manera de rendir homenaje a nuestros comunes amigos austriacos.No en vano, fue por ellos como comenzó esta amistad.
Pero lo más surrealista estaba por venir, y fue en el trayecto de vuelta. La verdad es que nos ha pasado de todo en los aviones, como ir con gente que no quería estorninos** a su lado, ser pilotados por Jesús Gil... pero lo de este vuelo no tiene nombre. El sobrecargo nos daba las informaciones pertinentes y las iba intercalando con estrofas de "María de la O", todo en el mismo tono neutro, totalmente serio. Nos recomendaba especialidades de rata para comer, perritos calientes de chihuaua (la verdad es que no me extrañaría que Michael O'Leary adoptara chuchos en las perreras para hacer salchichas y venderlas en sus aviones) y otra serie de barbaridades similares que no recuerdo. Ignoro si el tipo quería que lo despidieran, si era una especie de "sello personal" o alguna estrategia publicitaria de Ryanair, pero es totalmente verídico y la verdad es que nos quedamos pillados porque el tío siguió con lo mismo hasta llegar a Palma.
Concluye así la crónica de mi primera visita a Colonia que a las Pintas pongo por testigo de que no será la última. 
 
* Apelativo en tono cariñoso que hace referencia a individuos de raza negroide.
**Apelativo en tono cariñoso que hace referencia a individuos de raza negroide.



ANDRZEJ FONFARA

Voy a hablar de un boxeador polaco profesional y aficionado del Legia Warszawa que ahora reside en Chicago y compite en el peso semi pesado. Andrzej Fonfara es un boxeador corpulento, de 1'88 metros, y que se caracteriza técnicamente por sus golpes precisos, para mí un campeón en su categoría. Su último combate que vi fue una pelea en la que se enfrentó al boxeador "español" Gabriel Campillo, que perdió por KO contra el púgil polaco. Con un total de 27 combates, veinticuatro de ellos ganados, quince con KO, y dos perdidos, se puede ver que es un boxeador excelente.
Andrzej Fonfara empezó a introducirse en el mundo del boxeo con el club de fútbol Gwardia Warszawa, que milita en la liga Polish A Klasa, la séptima liga polaca. Después de un tiempo decidió irse a la sección de boxeo del Legia Warszawa, un gran equipo. En 2006 empezó su carrera profesional, cuando en Ostroleka ganó por mayoría de puntos contra el púgil checo Miroslav Kubik. En fin, esto es lo más destacado sobre este magnifico boxeador, sobre todo por ser del Legia, el que manda en Polonia.
RCDM & L.
Drunken Devil

sábado, 12 de octubre de 2013

OKOLOFUTBOLA

 
 
Al fin he podido ver la película más esperada de este año. Okolofutbola es un filme centrado en las andanzas de un grupo de hooligans del Spartak de Moscú autodenominados Skullhead Crew. El argumento se basa en un típico triángulo amoroso (que es a su vez una morbosa relación prohibida profesor-alumna) así como en otras historias secundarias, pero no os engañéis, eso no es más que una excusa para presentarnos una guía completa de la escena hooligan rusa, y es que la cinta en esencia es un muestrario en el que sale reflejado todo lo que rodea a esta forma de vida: la ropa, las tiendas, las quedadas, la música (aparición estelar de la banda Clown'sball incluída), las drogas, la policía,... ¡hasta el hard bass!
Se nota que el director no es el típico intelectualoide que pretende acercarse desde su punto de vista (casi siempre equivocado) a una realidad que desconoce y a la que se aproxima superficialmente abusando de cuatro tópicos. Detrás hay gente muy metida en la cultura de las gradas por lo bien documentada que está. Además está muy bien rodada, especialmente las escenas de acción, con un montaje muy ágil (incluso demasiado en algún momento), una ambientación muy verosímil, buenas interpretaciones y unas actrices bellísimas (como no podía ser de otra manera).
Me ha sorprendido muy gratamente tras haber visto varias historias en las que los hooligans eran meros figurantes. Aquí son totalmente protagonistas. Una verdadera gozada de principio a fin que estoy ansiando que traduzca algún argentino para poder entender lo que dicen. Con permiso de The football factory (odio la traducción que le hicieron al español), posiblemente la mejor película sobre hinchas jamás rodada.

 

Detenidos tres aficionados bielorrusos por causar incidentes antes del partido contra España


 
Tres aficionados de la selección de Bielorrusia han sido detenidos por agentes de la Policía Nacional en los alrededores del estadio de Son Moix después de haber provocado varios incidentes una hora y media antes del duelo entre España y el combinado bielorruso, un partido perteneciente a la fase de clasificación para el Mundial de 2014.
El incidente, que se produjo en la puerta principal del estadio del Real Mallorca, terminó con una carga policial que se saldó con la detención de tres seguidores. Poco después del enfrentamiento, la Policía amplió el dispositivo de seguridad desplegado en la zona.

 
http://ultimahora.es/mallorca/noticia/deportes/noticias/detenidos-tres-aficionados-bielorrusos-por-enfrentamientos-policia.html

http://multimedia.diariodemallorca.es/fotos/deportes/policia-carga-contra-hinchas-bielorrusos-11947_1.shtml

viernes, 11 de octubre de 2013

MÁS RAZÓN QUE UN SANTO


 
"Sa premsa ha estat lo mes negatiu que ha tingut sa Selecció Espanyola de sempre, y me sab greu dir-ho perque jo som periodista, pero jo may a cap mundial vaig voler anar a sa seu de sa Selecció Espanyola perque sabia que tot s'acabaria malament."
 
Se puede decir en castellano...
"La prensa ha sido lo más negativo que ha tenido la Selección Española de siempre, y me sabe mal decirlo porque yo soy periodista, pero yo nunca en ningún Mundial quise ir a la sede de la Selección Española porque ya sabía que todo acabaría mal."
...pero no más claro. Si por la prensa hubiera sido, estoy convencido de que nunca habríamos ganado un Mundial.




Miguel Vidal, periodista y autor de "Un equipo llamado España".

WHITE COLLAR HOOLIGAN 2. ENGLAND AWAY



Esta innecesaria segunda parte de "White collar hooligan" nos muestra al protagonista de la anterior, Mike Jacobs, viviendo en Marbella donde regenta un bar (todos los ingleses que conozco regentan bares, o en su defecto pasan mucho rato en ellos) y está plenamente integrado, pues aunque no habla ni pizca de castellano, se deleita con el Clásico como un españolito más. Ha comenzado una nueva vida feliz con su esposa gracias al programa de protección de testigos. Pero una desgraciada jugada del destino mientras presenciaba un partido de fútbol en Mestalla (podría haber ido a Málaga, pero ya sé yo a qué se va a Valencia sin la parienta con la excusa del fútbol) propicia que le reconozcan unos viejos conocidos. Moraleja: el fútbol sólo trae problemas.
El caso es que esos tipos, sicarios de un mafioso ruso que va comprando clubes de fútbol (un guiño al odio eterno y todo eso) le siguen hasta Marbella y tras liquidar a su fiel empleado Pablo, secuestran a la mujer y le obligan a reunir dos millones de libras pagaderos en cuatro días. Desde ese momento el bueno de Mike intenta jugar sus cartas recurriendo a otros viejos conocidos y elaborando finalmente un arriesgado plan para poder salvar a su mujer. La tensión de la situación se relaja con momentos algo más distendidos, típicos de las comedias de "dos policías muy distintos", y algunas escasas escenas de hooliganismo intercaladas para que los futboleros no nos desenganchemos de la trama. Del resto no os adelanto más pero sí os diré que la escena hooliganera final resulta esperpéntica y bastante ridícula, y que un golpe impactante al final anuncia una tercera parte.  
En resumen, una película que aprovecha el tirón del hooliganismo para atraer espectadores (yo siempre acabo picando) pero que en realidad es un thriller del montón. De todos modos ya estoy deseando que salga la tercera entrega para ver cómo acaba (o continúa) la cosa.

 

miércoles, 9 de octubre de 2013

BALEARIS MAJOR



Lo de los vinos estaba bien para Frasier. Y si aún sigues con lo de los gintonics, es que estás desfasado. Ahora lo que se llevan son las cervezas. Raras, de autor a ser posible. Pero ya no las cervezas de importación. Esas cartas con cervezas de todos los rincones del mundo ya no atraen a nadie mínimamente cool, ahora se busca acceder a marcas cuanto más locales y artesanales mejor. Hechas en la bañera del vecino. Y si además son sostenibles, ya es la rehostia. Es el casualismo en su versión alcohólica. 
Desde la extinta Rosa Blanca (recuerdo aquellas litronas del bar Encuentro que sabían a pies) no se produjo ninguna cerveza en las islas hasta la aparición de algunas iniciativas, algunas más tímidas, otras más arriesgadas, otras más artesanales, que poco a poco se van abriendo camino en ferias y pequeñas tiendas de delicatessen por toda la geografía insular.
Aunque la que os traigo hoy no es artesana y está elaborada en Bélgica. Una cerveza local de importación. ¿Cómo se come (o se bebe) eso? Pues es algo así como una camiseta del Mallorca fabricada en China. O un israelí jugando con una camiseta del Mallorca fabricada en China.
Dejando bien claro que no me considero un experto degustador de cervezas (mi paladar, más que evolucionar, se ha insensibilizado tras muchos años de ingestas desmesuradas e indiscriminadas), esta cerveza rubia de 5 grados me parece algo insípida y suave, le falta algo. Pero ello no es óbice para que la tenga siempre presente en mi nevera. No soy muy quisquilloso a la hora de disfrutar de una birra, la verdad. He llegado incluso a beber Estrella. ¡Y hasta San Miguel! Sólo pido que esté bien fría. Y si es posible, que no sepa a pies.
De momento es relativamente facil de encontrar (yo lo hice en una cadena de supermercados) y no es excesivamente cara. Al parecer la intención de la empresa es producirla en un futuro en las islas y lanzar otras dos, Balearis Minor para Menorca y Balearis Pitiusas para Ibiza (y Formentera, supongo). Le deseamos suerte como se la deseamos a todo emprendedor productor de cerveza.
Free Beer Cursors at www.totallyfreecursors.com