Pequeñas galletitas, como pequeño regalito de despedida os traemos una exclusiva que esperamos que sea de vuestro agrado, una entrevista con un miembro de Tramuntana Reds. Bueno, en realidad, más que una entrevista al uso son unas memorias respondiendo a una serie de cuestiones planteadas previamente. Y es que nunca un grupo de hinchas como aquél, que apenas duró una temporada (la de 1995-96), dio tanto que hablar. Incluso en 2006 algunos intentaron refundarlo, optando finalmente por hacerlo en otro equipo palmesano. Pero ésa es otra historia. Así que, para desterrar o confirmar las leyendas y rumores sobre aquella lejana época, os traemos estas impresiones de alguien de cuyo nombre no quiero acordarme y a quien agradezco su disposición para contarnos su versión de la historia sobre aquellos maravillosos años. Aunque lo cierto es que lo mejor fue la conversación con él al margen de la entrevista, recordando nombres, caras y situaciones, atando cabos sueltos y comprobando nuestro mutuo "cariño" por ciertos personajes... Y es que cualquier tiempo pasado fue mejor... porque éramos más jóvenes.
La idea de Tramuntana Reds surgió de miembros de Komuna Sud que decidieron cambiar de gol del Lluis Sitjar y crear una nueva peña que uniera a los fans antifascistas. Cabe destacar que después de la disolución esa temporada de la "penya femenina" gran parte de sus miembros se unieron a Tramuntana.
La peña se dio a conocer en el torneo de pretemporada Ciutat de Palma en el 1995 cuando se unió a muchísima gente del fondo norte que se sorprendieron de ver una peña nueva y organizada que resurgía con fuerza. Ese torneo, que fue retransmitido por el Canal 33, fue una propaganda incomparable que nos hizo visibles y dio mucha fueza a la peña. Todo el mundo quedó sorprendido de ver por televisión una peña llamada Tramuntana Reds capaz de juntar de repente a más de 60 personas con senyeres quatribarradas y esteladas independentistas.
Cabe decir que la peña era básicamente antifascista, antirracista, y podríamos decir de izquierdas, ése era nuestro nexo de unión ideológico, y aunque la mayoría de sus miembros eran catalanistas e independentistas, no necesariamente todo el mundo debía compartir esa sensibilidad nacional por pertenecer a la peña.
Con el boca a boca la peña se dio a conocer y creció, juntando a muchos chavales muy jóvenes de barrio con ilusión, ideales y ganas de liarla un poco. El punto de reunión era en el bar Kostitx en Son Espanyolet, a unos 10 minutos del Estadio LLuis Sitjar.
El nombre de la peña, fue ciertamente acertado. Por un lado la idea de "Tramuntana" surgió al ser un nombre con mucho arraigo aquí y por el hecho de estar situados en el Gol Norte, dado que la Sierra de Tramuntana, situada al norte de la isla, nos protege del mismo viento del norte o tramuntana. Y lo de "Red's" era bastante curioso. Para animar al equipo rojillo, nada mejor que llamarse "red", pero en realidad era un juego de palabras dado que también se debía a que sus componentes eran "rojos" o antifascistas, y como el precursor o precursores de la peña eran redskins, nos llamabamos red's, ya que reds sin apóstrofe no tiene sentido, dado que los adjetivos en inglés no se pluralizan añadiendo una "S". O sea, que aunque en la peña había 4 ó 5 redskins todos nos llamábamos los "tramuntana redskins" de forma abreviada.
Los Tramuntana eramos amigos especialmente de Eztanda Norte, supporters abertzales del Alavés, pero también de otras peñas entre las que destacan Sang Culè, Peña Mújica, Celtarras y Força Llevant, entre otras. Hubo un viaje a Vitoria en el cual se acabó de gestar la hermandad entre Eztanda Norte y Tramuntana Red's. Los Eztanda Norte fueron muy hospitalarios con Tramuntana y se estableció una vertadera amistad. Nos idearon un cántico en castellano y todo: "No somos ultras, tampoco españoles, los Tramuntana oé nuestros cojones, antifascistas es lo que somos, siempre borrachos y estamos orgullosos." Este cántico podría ser un buen resumen de lo que era Tramunana Red's.
La peña se dio a conocer en el torneo de pretemporada Ciutat de Palma en el 1995 cuando se unió a muchísima gente del fondo norte que se sorprendieron de ver una peña nueva y organizada que resurgía con fuerza. Ese torneo, que fue retransmitido por el Canal 33, fue una propaganda incomparable que nos hizo visibles y dio mucha fueza a la peña. Todo el mundo quedó sorprendido de ver por televisión una peña llamada Tramuntana Reds capaz de juntar de repente a más de 60 personas con senyeres quatribarradas y esteladas independentistas.
Cabe decir que la peña era básicamente antifascista, antirracista, y podríamos decir de izquierdas, ése era nuestro nexo de unión ideológico, y aunque la mayoría de sus miembros eran catalanistas e independentistas, no necesariamente todo el mundo debía compartir esa sensibilidad nacional por pertenecer a la peña.
Con el boca a boca la peña se dio a conocer y creció, juntando a muchos chavales muy jóvenes de barrio con ilusión, ideales y ganas de liarla un poco. El punto de reunión era en el bar Kostitx en Son Espanyolet, a unos 10 minutos del Estadio LLuis Sitjar.
El nombre de la peña, fue ciertamente acertado. Por un lado la idea de "Tramuntana" surgió al ser un nombre con mucho arraigo aquí y por el hecho de estar situados en el Gol Norte, dado que la Sierra de Tramuntana, situada al norte de la isla, nos protege del mismo viento del norte o tramuntana. Y lo de "Red's" era bastante curioso. Para animar al equipo rojillo, nada mejor que llamarse "red", pero en realidad era un juego de palabras dado que también se debía a que sus componentes eran "rojos" o antifascistas, y como el precursor o precursores de la peña eran redskins, nos llamabamos red's, ya que reds sin apóstrofe no tiene sentido, dado que los adjetivos en inglés no se pluralizan añadiendo una "S". O sea, que aunque en la peña había 4 ó 5 redskins todos nos llamábamos los "tramuntana redskins" de forma abreviada.
Los Tramuntana eramos amigos especialmente de Eztanda Norte, supporters abertzales del Alavés, pero también de otras peñas entre las que destacan Sang Culè, Peña Mújica, Celtarras y Força Llevant, entre otras. Hubo un viaje a Vitoria en el cual se acabó de gestar la hermandad entre Eztanda Norte y Tramuntana Red's. Los Eztanda Norte fueron muy hospitalarios con Tramuntana y se estableció una vertadera amistad. Nos idearon un cántico en castellano y todo: "No somos ultras, tampoco españoles, los Tramuntana oé nuestros cojones, antifascistas es lo que somos, siempre borrachos y estamos orgullosos." Este cántico podría ser un buen resumen de lo que era Tramunana Red's.
Se habló de juntarnos con Força Llevant y Sang Culè para formar una asociación de peñas dels Països Catalans.
Los recuerdos en Tramuntana son ciertamente buenos, aunque las cosas no nos eran fáciles dada la presión de la policía y los ultras, así como la nula estima y apoyo de los dirigentes del club, amigos de la derecha más folclorista y retrógrada, a los cuales molestábamos. Era realmente evidente que no era una situación cómoda la nuestra, aunque ya sabíamos desde un principio que así regía y rigen las cosas en el Real Club "Deportiu" Mallorca, y no nos extrañaba ver cómo sí apoyaban a los ultras ultraespañolistas y fascistas indirectamente a través de la Peña Juvenil.
No se me olvidará un partido contra el Atlético de Bilbao B que coincidió con una visita del Rey borbón a Mallorca. Un par de Ultras Mallorca vinieron a provocar al lateral cercano a gol norte. Uno de los nuestros respondió gritando: "-Esta noche mira bajo el coche". Al finalizar el partido más de 25 policías nos rodearon para identificarnos, y se llevaron a nuestro amigo por delante para enmarronarlo, más todos los miembros de Tramuntana que no llevaban el DNI encima para ser identificados en comisaría. Dos horas esperando en la comisaría para la identificación y nuestro amigo durmió allí. Finalmente fue juzgado enmarronado con una multa considerable.
Violencia existió entre los ultras fascistas y los supporters antifascistas. Esa temporda existieron varios forcejeos sin mucha trascendencia (algun tirón a alguna senyera cuatribarrada o camiseta de grupo de rock radical vasco...) aunque sí algún hecho trascendental como la vez que pegaron cerca de las inmediaciones del estadio a nuestro supporter más joven y carismático a la vez. Todo un líder en nuestras filas, y eso se demostró el día del juicio por la paliza. El juzgado de la Vía Alemania estaba repleto de antifascistas dándole apoyo y, entre la confusión, los acusados ultras fueron agredidos en los pasillos del juzgado.
En cuanto a la violencia me gustaría destacar que por el hecho de pasar por Tramuntana y vivir ciertamente a veces presionados bajo la amenaza de los ultras, hay chavales que pasaron de esconderse los pins por miedo saliendo del estadio, a convertirse en personas desacomplejadamente agresivas y violentas. Eso que dicen que la violencia genera violencia me parece acertado por la experiencia vivida.
Los Tramuntana fue una gran experiencia para todos, aunque la ilusión se fue perdiendo con el tiempo. Los supporters más jóvenes no compartíamos algunos excesos de los redskins como elaborar un fanzine de Tramuntana excesivamente cercano a Jarrai y no a nuestra realidad. Aunque no justificada, la presión policial era comprensible si uno echaba una ojeada a nuestro fanzine. Como nota curiosa de nuestra vasquitis, decir que teníamos un miembro redskin que decía ser vasco de Iruña entre nosotros. Una noche en Magalluf conocimos de casualidad a su prima, que nos confirmó que era una fantasma, y que de vasco y RH negativo, nada de nada.
Un tema desmotivador y que creó desconfianza en el grupo fue la desaparición (aunque fuese poco) del dinero que tenía que ir destinado a la elaboración de nuestras bufandas. Del único material que dispusimos finalmente fue de los carnets, la pancarta y los fanzines. Cabe destacar que los Tramuntana éramos una peña 100% autónoma y autogestionada.
La Fepae, federación de entidades ligada al Partido Popular, nos ofreció financiación si nos federábamos a ellos. Fue bastante divertido porque parecía una broma que apareciese ese buen hombre por el bar Kostitx con esa cancioncilla... seguramente nunca habían leído nuestro fanzine. Al día siguiente lo denunciamos en el periódico Ultima Hora, que nos habían ofrecido dinero y todo..., pero ellos los desmitieron y allí quedó la historia.
Eramos supporters y en la forma de animar se siguió la línea de Komuna Sud, o sea, bastante anárquica. En el campo llevábamos uno o dos timbales, y desplegábamos mayoritariamente banderas esteladas independentistas, a veces una de tamaño gigante que había cosido la abuela de uno de los nuestros. Desmiento el rumor de que fue cedida por ERC, simplemente su dueño era un afiliado del partido y anecdóticamente esa bandera la acabó comprando el PSM y la debe tener guardada con polvo en un armario. Otro llevaba siempre una bandera de las islas Baleares que no pegaba mucho al ser inventada por la derecha, pero daba color. En nuestro carnet aparecía un demonio con la bandera de la ciudad de Palma, actualmente asignada a la isla de Mallorca, con las cuatro barras y el castillo de la Almudaina arriba. Casi nunca hicimos uso de ella en el campo, supongo que porque nos parecía excesivamente regionalista, o bien porque al mismo tiempo la usaban de forma folclórica los españolistas del gol sur.
Gracias a los redskins se fundó la peña, ellos proporcionaban la fuerza de la experiencia a la peña, sin ellos seguramente nunca nos hubiéramos juntado ese grupo de jóvenes supporters, pero a la vez, los más jóvenes no nos sentimos plenamente identificados con ellos. Esta división se hizo visible en la visita al Miniestadi en Barcelona, en la cual estuvimos separados, unos en el gol sur junto a miembros de Sang Culè que los recibieron, y otros en el norte junto a toda la hinchada mallorquinista. Desde ese momento el grupo estuvo seccionado pero nunca de forma oficial. Hubo supporters de Tramuntana ilusionados al principio pero con el tiempo miraban el partido un poco apartados de nosotros. Faltó seguramente sentido de unidad.