Naturalmente, ahora el mayor problema de seguridad ciudadana en la Playa de Palma es el de quién ha puesto los dichosos cartelitos. Por si acaso, queremos dejar bien claro que NO SABEMOS ALEMÁN Y NO TENEMOS NADA QUE VER. Y hasta los condenamos. Y recomendamos a los aficionados a lucir ropitas de camuflaje, camisetas negras con dibujos extraños, gorras Burberry falsas, material de SM99 y similares, que se abstengan de pasear por la Calle de la Cerveza.
La Policía Nacional investiga el origen de los carteles racistas de la Platja de Palma
La Conselleria de Asuntos Sociales remitió el caso a la Delegación del Gobierno en Balears
LORENZO MARINA. PALMA. El Cuerpo Nacional de Policía investiga el origen de los carteles racistas aparecidos en la Platja de Palma. Los agentes ya han recorrido numerosos establecimientos de la calle de Miquel Pellisa, más conocida como la vía de la cerveza, y sus inmediaciones.
Hasta el momento, los funcionarios no han encontrado más imágenes de este tipo. La investigación contra el comportamiento racista en la Platja de Palma sigue abierta y no se descartan más actuaciones en los próximos días.
Al hilo de la publicación de estos afiches colocados en la calle de la cerveza en DIARIO de MALLORCA, la Conselleria de Asuntos Sociales del Govern remitió un escrito a la Delegación del Gobierno en Balears en la que instaba a averiguar la procedencia de estas imágenes aparecidas en la Platja de Palma. La misión fue encomendada, a su vez, a los agentes del Cuerpo Nacional de Policía.
Los investigadores han apreciado ya indicios claros de delito en la colocación de estos papeles en esta calle del balneario 6. "Alientan al racismo y a la xenofobia", puntualizaron.
Los agentes indagan quién confeccionó los carteles y los expuso en los establecimientos de esta pequeña calle de la Platja de Palma. Los encargados de las cervecerías hicieron referencia a "un grupo de alemanes" como las persona que los colocaron sobre las mesas.
Los dueños y encargados de estos locales de ocio de la avenida los retiraron poco tiempo después de ver el explícito contenido racista: un hombre negro tachado o tras una señal de prohibido.
El número de vendedores ambulantes de origen senegalés se ha multiplicado en los últimos días este 2009 frente a años anteriores. La crisis ha agudizado la necesidad de vender a toda costa. Muchos de ellos se han topado con la hostilidad de los turistas. "Cada vendedor pasa 20 veces ante un viajero", recalcó el encargado de un local.
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