Este mundial de fútbol me deja dos reflexiones: una para mi felicidad, y otra para mi descontento. Me explico: mi felicidad viene por la enorme cantidad de banderas del Imperio Español que se pueden ver colgadas en balcones, ventanas, escaparates e incluso ondeando majestuosamente en antenas de coche. Nunca había visto nada igual aquí en Palma de Mallorca, cómo le tiene que fastidiar a nuestros amiguetes de Maulets. Yo iría cogiendo nota, más bien por esa intención que, según se comenta, tienen algunos partiduchos de organizar un referendum independentista en nuetra isla. Guarrillos míos, daros un paseo por la isla y veréis cuál es el sentimiento de los mallorquines, o sea, que ya sabéis por donde meteros el referendum. Como este blog procura no mezclar la política, pido disculpas a nuestros lectores si en algún momento he herido su sensibilidad, y si así ha sido, sólo puedo decir: ¡ARRIBA ESPAÑA CON DOS COJONES! Joder, lo siento, es superior a mí, je, je, je...
Pero mi gozo no es completo, hay un lunar. Todos tenemos un santuario donde celebrar los éxitos de nuestros equipos. Suele ser una fuente normalmente. En tu caso, Dandy, un puticlub, nadie es perfecto. Y aquí en Mallorca, nuestras celebraciones se hacen en la fuente de las Tortugas. Hasta ahí todo bien. Pero lo que debería ser un templo sagrado del mallorquinismo es profanado por todas las aficiones habidas y por haber de nuestra isla. Que el Madrid gana un título, a la fuente de las Tortugas; que el Barça gana otro, miles de culés bañándose en la fuente; y así la del Atlético de Madrid, etc, etc. Y ahora con el mundial, pues tres cuartos de lo mismo: Argentina pasa de octavos pues idem. Joder, Palma es pequeña, sí, pero ¡coño!, ¿no habrá otra puta fuente donde remojarse? Me diréis exagerado pero en una final de Copa disputada en Valencia entre el RCD Mallorca y el Barça ganada por el Barça, adivinad qué afición llenó la fuente celebrando el título. Aficionados de Mallorca que no sois del Mallorqueta: el próximo título celebradlo en el Parque del Mar, que es muy grande y cabéis. Y si os tiráis con una cadena y una piedra al cuello, pues coño, mejor.
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