Mis queridos seguidores, en este post Mister Potato os hablará de ese equipo y esa ciudad, bandera del antifascismo: Sankt Pauli. Servidor, por motivos profesionales, ha tenido la fortuna o desgracia, según se mire, de pasar unos espacios más largos que cortos viviendo en pleno barrio de St Pauli y estoy encantado de comentaros mis impresiones de lo que he podido ver en la cuna del antifascismo europeo. El barrio en sí es entrañable: imaginaos la milla de oro de Madrid; sustituid las boutiques de lujo por puticlubs, sex shops, cabinas para hacerse unas pajillas, discotecas regentadas por turcos,... y tendréis una idea aproximada de lo que es ese barrio. Paseando por sus calles encontraremos evidencias de que estamos en una zona antifa: banderas de gegen nazis en los balcones y mucho baby punk tirado en la calle pidiendo dinero y bebiendo litronas. Es curioso que el Estado alemán le da una paga a esta gente por vivir en la calle. Si le sumamos dicha paga a otra que da el gobierno por tener perros, pues resulta que un especimen de éstos vive de puta madre chupando del Estado. Es fácil ver a grupos de punks con 3 o 4 perros hacinados en una esquina. Os aseguro que lo que les da el Estado por estar en la calle sumado a la paga de los chuchos, es igual o superior a lo que muchos de vosotros ganáis dejándoos el lomo currando. ¡Joder, así me hago punk hasta yo! Es curioso que St Pauli y su equipo de fútbol sea el estandarte del anticapitalismo cuando todo lo que rodea a ese barrio es puro negocio. Os aseguro que el merchandising que se mueve alrededor del barrio y su equipo de fútbol es brutal; puedes encontrar de todo con el logo de St Pauli, que es la bandera pirata, y nada barato, os lo aseguro: ropa de todo tipo, zapatillas tipo Converse All star pero con el logo, ¡hasta preservativos! De todo, vamos...
Sus ultras
Por mis motivos laborales no pude acudir a ningún partido, pero sí ver el ambiente. En el tema policial es la leche, mira que servidor ha estado en campos, finales, etc, pero lo que he visto en St Pauli en forma de despliegue policial no lo he visto nunca. El barrio es tomado por la policía y os aseguro que si nuestros amiguetes de la U.I.P. son traviesos, los alemanes diría que les superan. La gente acude muy pronto a los bares a beber agua, zumos, infusiones, etc., y es cuando uno se empieza a encontrar a todo tipo de personajes. Estando en Kiel, otra ciudad alemana famosa por su equipo de balonmano, tuve oportunidad de compartir un rato con los ultras de St Pauli que se habían desplazado hasta dicha ciudad. Lo que más me llamó la atención fue una especie de red o sharp oriental que me atrevería a decir que era chino, que compartía cervezas con el resto de ultras desplazados. Obvié decirles que yo era de los que les gustan los calamares a la romana, me entenderéis, tampoco quería cortarles el rollo y obligarle al skin shaolin y sus colegas a darme una manta de palos...
continuará...
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