En este artículo comenzaremos el repaso a la historia de la hinchada más “británica” que ha poblado las gradas italianas. Cómo no, nos referimos a los ultras del Hellas Verona y especialmente a las famosas y controvertidas Brigate Gialloblu, quienes durante 20 años llevaron la voz cantante en la animación del Bentegodi.
La pimera generacion: 1971-1982
Todo surgió en los últimos años de la década de los 60. Por entonces, I 4 Fedelissimi eran los hinchas más animosos. De éstos surgió el embrión de lo que serían las Brigate al descartar el nombre de Commandos Fedelissimi Gialloblu por su similitud con el de los Commandos Tigre milanistas.
El 30 de noviembre de 1971 se crea el Calcio Club Verona Brigate Gialloblu en el Bar Olimpia de Borgo Venezia. El origen del nombre siempre ha sido controvertido por su similitud con el de las Brigadas Rojas, grupo terrorista de extrema izquierda que se haría famoso mundialmente tras el secuestro y asesinato del político democristiano Aldo Moro. Lo cierto es que los inspiradores del nombre, Franco Masotti y Tocco Massimo eran estudiantes activistas de izquierdas.
El núcleo fundador era muy joven, en su mayoría de 14 a 20 años, y reducido (una veintena) y su primera sede fue un vetusto local de Vicolo Mustacchi. Su modelo como hinchas era Tomaci, un mítico seguidor veronés de los años 20 que era algo así como el Alcohol para las galletitas (¡Lorenzo libertad!).
Se confeccionó la primera pancarta con el nombre oficial de la asociación y una más pequeña para los viajes con la leyenda “Brigate”. Y es que desde el principio, apoyar al Verona fuera de casa fue una prioridad para BG, incluso con la dificultad que suponía al estar totalmente autofinanciados. Hay verdaderas odiseas protagonizadas por brigadistas que viajaban por su cuenta en unos tiempos con unos medios de transporte muy precarios.
Un año después surge el grupo Ultras, cuya pancarta estaba siempre al lado de la de BG, y que a fines de los 70 conformarán un grupo autónomo. Hay que decir que la heterogénea Sud veronesa siempre estuvo fragmentada en diversos grupúsculos con distintos nombres pero que, no obstante, se consideraban miembros de las Brigate.
La animación se caracterizaba por los cánticos originales de apoyo al equipo y de ataque al rival. El gusto por el enfrentamiento con las hinchadas contrarias provocó que el Bentegodi fuera el primer estadio en acotar una zona para los visitantes. Poco a poco se fueron introduciendo tambores, grandes banderones (muchas veces confeccionados artesanalmente por las madres de los hinchas), bengalas, botes de humo, petardos... El ídolo era Gianfranco Zigoni “Zigogol” que dejó una impronta en la curva y en el club difíciles de borrar no sólo por su juego sino sobre todo por su carácter.
Comienzan las primeras enemistades como la de los milanistas y también los primeros hermanamientos (Sampdoria y Fiorentina). El 3 de octubre de 1976 tiene lugar el enfrentamiento por motivos políticos con ultras del Bolonia, mayoritariamente de izquierdas. Ello comenzó a dar una imagen de las BG de extrema derecha por la implicación en los incidentes de miembros de Ordine Nuovo y Fronte della Gioventù, lo que es innegable, aunque en la etapa de la década de los 70 el grupo era apolítico, siendo la politización un fenómeno ochentero y que, dicho sea de paso, no afectó sólo a los veroneses sino a la práctica totalidad de grupos italianos.
Ese mismo año surge la amistad con Chelsea y la pancarta de Brigate fue colgada en The Shed. De hecho, el primer parche de las Brigate se basaba en un boceto con una scala con la leyenda “Brigate Gialloblu. Hellas Verona. Chelsea Supporters” flanqueado por el nombre de la Shed. Aparecen las primeras bufandas a rayas y la primera Union Jack. Las bufandas de equipos británicos serán en adelante una constante en Bentegodi, compradas muchas de ellas en la tienda London Shop, regentada por un inglés. La influencia inglesa se ve también en los nombres de algunos de los grupúsculos de la curva: Hellas Army, Boys, Supporters, The Deadly Sinners Club, Giallo Blues Band,... Esta predilección por lo inglés tenía su origen bastante antes. En los 60 se conocía a Verona como el Liverpool de Italia, surgiendo muchas bandas inspiradas en los Beatles, The Who, Cream, etc y adoptándose el estilo de vida inspirado en las islas.
A las señaladas anteriormente también hay que añadir las amistades con Torino y Roma. A finales de los 70 había muchos delincuentes infiltrados en la curva, lo que aumentó la intensidad de la violencia, como se hizo patente en 1977. El 20 de marzo estalló sin consecuencias una bomba de mano en el partido contra la Juventus. También se utilizaron artefactos explosivos el 1 de mayo contra el Milán y una semana después contra la Lazio.
En 1978 Zigo se va del club, lo que hace que la Curva entre en una "depresión" y un año después se consuma el descenso a Serie B. La asistencia al estadio será paupérrima, tanto por la marcha del equipo como por el nivel de violencia alcanzado. Pero la consecución del campeonato en 1982 hace que se unan muchos jóvenes a la animación y que se dé un relevo generacional. Surge una nueva guardia de chavales de entre 16 y 20 años (e incluso menores) caracterizados por su agresividad, muchos de ellos de fuera de Verona atraídos por la fama de las Brigate. En ello también influyó el triunfo italiano en el Mundial de España, así como la aparición de múltiples televisiones (locales, especialmente, que dedicaban gran parte de su tiempo a los equipos de las distintas ciudades) y la llegada de jugadores extranjeros que hacen que se dé un auge del fútbol en toda Italia, que comenzaría a ser un fenómeno de masas.
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