BLOG DEDICADO A JAIME MARTORELL MIR




viernes, 2 de abril de 2010

ODIO ETERNO AL COFRADE MODERNO

Por lo que he podido comprobar, la Semana Santa ya no es lo que era. Me he dado cuenta poco a poco y sobre todo al ver cómo centros de ocio, abarrotados pese a la crisis, permanecen prácticamente desiertos a las horas en que hay procesiones. Vamos, que se ha convertido en un fenómeno de masas. Aunque servidor no es precisamente muy devoto, no me importaría que la gente se volcara en estas celebraciones por una toma de conciencia, porque ha visto que hay cosas más importantes que el aquí y ahora, que tal vez haya reparado en que no sólo de pan vive el hombre. Pero me da que no. Me da que esto de la Semana Santa es un postureo como otros tantos. Acudir a una procesión, por lo que me han contado (creo que no he ido a ninguna en Mallorca en toda mi vida), se parece mucho a hacerlo a una de esas cabalgatas del Circo del Sol. No sólo ves a penitentes, sino también a niños por ahí pululando con sus hábitos, legionarios, bomberos, titiriteros, policías, tamborileros... sólo falta la carroza del Atlético Baleares. Los penitentes, como diría mi estimado Tomeu Terrasa, no son más que "pipas" disfrazados como tales. Podemos ver a familias enteras o niñitas maquilladas con el disfraz (me niego a llamarlo de otra manera) y el capirote en la mano, cuando se supone que el capirote es precisamente para preservar el anonimato del penitente, o al menos eso tenía yo entendido, que como ya he aclarado, no soy muy ducho en estos temas de la verdadera fe. Yo creía que lo de la penitencia era una autohumillación, un síntoma de arrepentimiento y devoción, y no una charanga donde se van repartiendo caramelos. Ahora cualquier bar de barrio saca un paso. Y por lo visto, en Palma se ha puesto de moda eso de cantar saetas, que es una cosa muy andaluza, o más bien sevillana, porque servidor ha visto procesiones en Andalucía (aunque no de Semana Santa) y nunca ha visto que se cante una saeta. Pero como sale en la tele habrá que hacerlo, la globalización de la Semana Santa. Dentro de poco veremos ecuatorianos flagelándose o filipinos crucificándose. La televisión saca imágenes de los famosos en las procesiones en los programas del corazón, aparte de que los informativos se llenan de otras de las mismas compartiendo protagonismo con los atascos provocados por los funcionarios madrileños. Ha popularizado (y en consecuencia, banalizado) de este modo este ritual en principio religioso.
Como he dicho, ni soy especialmente creyente ni me va ni me viene, pero respeto profundamente las tradiciones de mis antepasados y me da que esto se está saliendo de madre. La Semana Santa actualmente es una moda con mucho intrusismo y mucho artificio. Quiero pensar que hay verdaderos creyentes que sienten esta celebración profundamente y que no están muy cómodos con la actual situación. Desde aquí les envío mis ánimos, pues estoy seguro de que algún día recuperarán esta celebración que a ellos pertenece. Y del mismo modo, estoy seguro de que nosotros algún día recuperaremos el fútbol.

2 comentarios:

  1. Y he olvidado añadir algo: seguro que los cofrades van el Viernes Santo hasta las cejas de la carne que se han zampado en una parrillada.

    ResponderEliminar

Free Beer Cursors at www.totallyfreecursors.com