A continuación podéis leer la crónica del viaje a Londres que Alan Smithee y Mr Quely efectuamos a tierras inglesas . Y aprovecho desde aquí, pequeñas galletitas, para pediros que me enviéis vuestras experiencias por esos mundos de Dios. Que la disfrutéis.
Londres 2010
A las 14.00 horas del día 26 de marzo teníamos prevista la salida desde Palma a Londres (Stansted). Una vez pasados los controles de seguridad del aeropuerto nos tomamos la primera cerveza del día a la espera de embarcar. El viaje fue tranquilo, incluso fue aprovechado por alguno para hacer una “cabezadita”, pero no así el aterrizaje, que la verdad sea dicha no fue muy ortodoxo. Una vez en el aeropuerto tomamos el tren hacía Londres y nos plantamos en prácticamente una hora en el hotel que para la ocasión habíamos reservado. Su ubicación era perfecta, a tan sólo 3 minutos de la parada de metro de Camden Town y a 15 minutos de la sala donde se celebraba el concierto. Una vez dejamos nuestras pertenencias cogimos fuerza con un par de cervezas camino de la sala.
Antes de entrar, y ya que era temprano, nos adentramos en un “pub” donde nos encontramos con los primeros amigos llegados desde Barcelona. Lo cierto es que estéticamente tanto Mr.Quely como yo no habíamos acertado con la indumentaria, pues la gran mayoría de los presentes eran viejos “skinheads”. Algo que me “sorprendió” fue la media de edad de los asistentes, que debía rozar los 35/40 años. Después de la cerveza de rigor entramos en la sala, ya que Mr.Quely tenía ganas de ver a “Deadline”, aunque quien suscribe esta crónica sólo tenía interés por “Street Dogs” y “Cock Sparrer”, obviamente. Musicalmente no entraré a valorar ni a “Deadline” ni a “Agnostic Front”, pero Mr.Quely salió bastante contento de la actuación de estos últimos.
Después de beber y beber, con apretón de por medio, nos encontramos con prácticamente toda la expedición catalana que había venido para la ocasión. Saludos y bromas y comienzan los primeros acordes de “Riot Squad”, y con ellos los primeros pogos de la noche. Yo aguanté unos cuantos asaltos en primera línea pero tuve que abandonarla más tarde por “miedo” a caerme, y es que el suelo estaba bastante resbaladizo y me equilibrio algo afectado. Repasaron prácticamente todos sus grandes éxitos, “Watch Your Back”, “Working”, “Argy Bargy, “Where are the now”, etc. Aunque el estallido de locura vino con el tema “England belongs to me”. Entre los asistentes había de todo un poco políticamente hablando, aunque no fue hasta la jornada del sábado cuando nos dimos verdaderamente cuenta. Después del concierto, y tras perdernos del resto de amigos, nos fuimos a dormir, ya que el sábado nos esperaba una dura jornada de fútbol, cerveza y más música.
A primera hora de la mañana del sábado nos metimos entre pecho y espalda un buen desayuno inglés para no tener después problemas con el alcohol. Salimos a las 10 del hotel dirección a Upton Park porque sí señores, también íbamos a ver a los “hammers”, no era nada secundario el partido para nosotros, al menos para mí. A las 11 menos cuarto llegamos al Este de Londres y nos dirigimos a la tienda oficial del Club. Creo que Mr.Quely se quedó un poco “asombrado” con lo poco occidental que es el Est End pero disfrutó. Tras realizar unas compras y encontrarnos con los expedicionarios navarros nos dirigimos al “The Queens” a tomar la primera cerveza del día, luego vendrían muchísimas más. Poco a poco fueron llegando el resto de amigos y ya sobre las 12 del mediodía unos pocos decidimos ir al que supuestamente es el “pub” donde se reúne la I.C.F y que se llama “M&M”. La verdad es que nada más llegar nos dio esa impresión, ya que la policía estaba fuera del “pub” y pensamos que ahí dentro “algo” debía haber. Decididos nos adentramos en su interior y pedimos más cerveza. Tras observar a todos y cada uno de los allí presentes sacamos alguna conclusión en común: es cierto que había algún elemento que podía hacernos pensar que efectivamente aquello era su particular “meeting point”, pero también que eso mismo ocurre en otros “pubs” de los aledaños del estadio.
A las 14.00 horas del día 26 de marzo teníamos prevista la salida desde Palma a Londres (Stansted). Una vez pasados los controles de seguridad del aeropuerto nos tomamos la primera cerveza del día a la espera de embarcar. El viaje fue tranquilo, incluso fue aprovechado por alguno para hacer una “cabezadita”, pero no así el aterrizaje, que la verdad sea dicha no fue muy ortodoxo. Una vez en el aeropuerto tomamos el tren hacía Londres y nos plantamos en prácticamente una hora en el hotel que para la ocasión habíamos reservado. Su ubicación era perfecta, a tan sólo 3 minutos de la parada de metro de Camden Town y a 15 minutos de la sala donde se celebraba el concierto. Una vez dejamos nuestras pertenencias cogimos fuerza con un par de cervezas camino de la sala.
Antes de entrar, y ya que era temprano, nos adentramos en un “pub” donde nos encontramos con los primeros amigos llegados desde Barcelona. Lo cierto es que estéticamente tanto Mr.Quely como yo no habíamos acertado con la indumentaria, pues la gran mayoría de los presentes eran viejos “skinheads”. Algo que me “sorprendió” fue la media de edad de los asistentes, que debía rozar los 35/40 años. Después de la cerveza de rigor entramos en la sala, ya que Mr.Quely tenía ganas de ver a “Deadline”, aunque quien suscribe esta crónica sólo tenía interés por “Street Dogs” y “Cock Sparrer”, obviamente. Musicalmente no entraré a valorar ni a “Deadline” ni a “Agnostic Front”, pero Mr.Quely salió bastante contento de la actuación de estos últimos.
Después de beber y beber, con apretón de por medio, nos encontramos con prácticamente toda la expedición catalana que había venido para la ocasión. Saludos y bromas y comienzan los primeros acordes de “Riot Squad”, y con ellos los primeros pogos de la noche. Yo aguanté unos cuantos asaltos en primera línea pero tuve que abandonarla más tarde por “miedo” a caerme, y es que el suelo estaba bastante resbaladizo y me equilibrio algo afectado. Repasaron prácticamente todos sus grandes éxitos, “Watch Your Back”, “Working”, “Argy Bargy, “Where are the now”, etc. Aunque el estallido de locura vino con el tema “England belongs to me”. Entre los asistentes había de todo un poco políticamente hablando, aunque no fue hasta la jornada del sábado cuando nos dimos verdaderamente cuenta. Después del concierto, y tras perdernos del resto de amigos, nos fuimos a dormir, ya que el sábado nos esperaba una dura jornada de fútbol, cerveza y más música.
A primera hora de la mañana del sábado nos metimos entre pecho y espalda un buen desayuno inglés para no tener después problemas con el alcohol. Salimos a las 10 del hotel dirección a Upton Park porque sí señores, también íbamos a ver a los “hammers”, no era nada secundario el partido para nosotros, al menos para mí. A las 11 menos cuarto llegamos al Este de Londres y nos dirigimos a la tienda oficial del Club. Creo que Mr.Quely se quedó un poco “asombrado” con lo poco occidental que es el Est End pero disfrutó. Tras realizar unas compras y encontrarnos con los expedicionarios navarros nos dirigimos al “The Queens” a tomar la primera cerveza del día, luego vendrían muchísimas más. Poco a poco fueron llegando el resto de amigos y ya sobre las 12 del mediodía unos pocos decidimos ir al que supuestamente es el “pub” donde se reúne la I.C.F y que se llama “M&M”. La verdad es que nada más llegar nos dio esa impresión, ya que la policía estaba fuera del “pub” y pensamos que ahí dentro “algo” debía haber. Decididos nos adentramos en su interior y pedimos más cerveza. Tras observar a todos y cada uno de los allí presentes sacamos alguna conclusión en común: es cierto que había algún elemento que podía hacernos pensar que efectivamente aquello era su particular “meeting point”, pero también que eso mismo ocurre en otros “pubs” de los aledaños del estadio.
Hacia las 2 de la tarde enfilamos todos juntos hacia el último “pub” antes de entrar al estadio, el mítico “The Boleyn”, donde unos jovenzuelos ataviados con “Lyle&Scott” amenizaban al personal con toda clase de cánticos. A pocos minutos de comenzar el partido entramos al estadio, el pobre Mr.Quely estaba algo decepcionado porque no había podido escuchar el “I’m Forever Blowing Bubbles”. Dentro nos ubicamos en una de las esquinas altas de la “Bobby Moore Stand”.
El partido no era muy divertido así que antes de finalizar la primera parte una buena parte bajó para hacer cola y pedir más cerveza. La segunda parte yo la vi en los pasillos del estadio. Decepcionados con el resultado (0-1) a la salida nos dirigimos al “Duncans”, un local del East End donde puedes degustar uno de los platos más tradicionales y propios de la llamada clase trabajadora, y que no es otro que el “Pie&Mash”. Tras una doble ración fuimos al “Duke of Edinburgh” para tomar de nuevo otra cerveza y enfilarnos después a la sala de los conciertos. Respecto de la afición visitante a mí particularmente me defraudaron, como dicen los ingleses: “No se mostraron”.
El partido no era muy divertido así que antes de finalizar la primera parte una buena parte bajó para hacer cola y pedir más cerveza. La segunda parte yo la vi en los pasillos del estadio. Decepcionados con el resultado (0-1) a la salida nos dirigimos al “Duncans”, un local del East End donde puedes degustar uno de los platos más tradicionales y propios de la llamada clase trabajadora, y que no es otro que el “Pie&Mash”. Tras una doble ración fuimos al “Duke of Edinburgh” para tomar de nuevo otra cerveza y enfilarnos después a la sala de los conciertos. Respecto de la afición visitante a mí particularmente me defraudaron, como dicen los ingleses: “No se mostraron”.
Este segundo día de festival sólo nos dio tiempo para ver a “The Boys” y de nuevo a “Cock Sparrer”. Por mi parte decepción, entre comillas, con estos últimos al repetir prácticamente el mismo repertorio. Fue este día cuando salieron a la luz diversos brazos derechos al aire al son de “England Belongs To Me”. Alguna trifulca por la zona de delante y poco más. Fin del concierto y directos al hotel, no sin antes parar a comer algo.
La jornada del domingo fue la mar de tranquila, visita de rigor por el mercado de Camden, también de la zona centro y comercial de Londres, y lógicamente las obligadas compras en “Lillywhites”. Y bueno, esto es lo que dio de sí el fin de semana. Hay muchas risas que me he dejado en el tintero pero siendo fiel a mi “reputación” éste no es sitio para bromas.
ALAN SMITHEE
La jornada del domingo fue la mar de tranquila, visita de rigor por el mercado de Camden, también de la zona centro y comercial de Londres, y lógicamente las obligadas compras en “Lillywhites”. Y bueno, esto es lo que dio de sí el fin de semana. Hay muchas risas que me he dejado en el tintero pero siendo fiel a mi “reputación” éste no es sitio para bromas.
ALAN SMITHEE
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