UNIVERSO PLAYMOBIL

Fiel a mi estilo, esperé al último día para visitar la exposición Universo Playmobil en El Corte Inglés. Dios bendiga a estos grandes almacenes que además de surtirnos de marcas casualísticas nos ofrece eventos como éste de modo gratuito, así como aire acondicionado y servicios, gratuítos también, lo que se agradece en esta ciudad tan turística como provinciana (dicho esto último en el peor sentido de la palabra) en la que para mear o cagar tienes que irte a un bar y pagar un dineral (y a partir de ahora más el 21 % de IVA) por un agua o un café. ¿Os podéis creer que hace unos meses se propuso instalar baños públicos y la oposición se opuso (muy en su papel, valga la redundancia) alegando que era un gasto innecesario y excesivo? Eso sí, para construir carriles bici sí que había pasta, para eso sí teníamos que imitar a los europeos. Y menos mal que se les pasó la ocurrencia de montar un tranvía... El gobierno municipal, supongo que para no crear más crispación entre la ciudadanía, abandonó la idea. Me lo imagino, el sector de hostelería en guerra calculando las pérdidas millonarias que hubieran causado unos retretes callejeros...

Pero bueno, volviendo al tema en cuestión, la verdad es que la exposición es impresionante, merece mucho la pena. Es una pasada para los que pasamos horas y horas de nuestra infancia jugando con esos muñequitos tan sonrientes que, no olvidemos, están fabricados íntegramente en Europa, además de tener una fábrica en Onil. ¡A la mierda los juguetes chinos! SUPPORT YOUR LOCAL TOYS! 

Disfruté como un enano con las distintas ambientaciones (granja, piratas, safari, salvaje Oeste, Prehistoria, romanos,...). Para los más observadores, había un muñeco intruso. Creo que yo lo encontré, y eran varios. Los pingüinos que estaban con los esquimales. Todos sabemos que en el Polo Norte no viven estos simpáticos animalitos...
 

La lástima es que había algunos kekos caídos (tal vez habían pasado una mala noche, quién sabe) y me permito hacer una sugerencia: clicks móviles, autómatas, al estilo de los belenes, he visto algunos dioramas en los que los muñecos se mueven y el resultado es aún más vistoso si cabe. Y lástima también que no hubiera ningún escenario dedicado al fútbol, qué bonito hubiera sido ver esas cargas policiales contra los hooligans en el césped del estadio. Pero en fin, para eso los Lego siempre han sido más "echaos p'alante"...