PATATAS ASESINAS

La Policía denuncia a 20 personas por disturbios tras el partido del sábado en el Ono Estadi

Los incidentes tuvieron lugar en torno a las 21.30 horas del pasado sábado, cuando varios seguidores del Real Mallorca agredieron a aficionados sevillistas

EFE. PALMA. El Cuerpo Nacional de Policía ha identificado y denunciado a veinte personas por los incidentes que tuvieron lugar en los alrededores del Ono Estadi el pasado sábado, tras el partido entre el Mallorca y el Sevilla y les acusa de haber cometido una infracción grave de intolerancia en el deporte.

En concreto, se ha propuesto sanción por infracción grave de la Ley 19/2007 de 11 de Julio, contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte, según ha informado la Jefatura Provincial de Policía de Balears en un comunicado.

Las sanciones económicas para este tipo de hechos se traducen en 4.000 euros de multa e incluyen 12 meses de prohibición de acceso a cualquier recinto deportivo.

Los incidentes tuvieron lugar en torno a las 21.30 horas del sábado, en los alrededores del Ono Estadi, después del partido de fútbol disputado entre el R.C.D. Mallorca y el Sevilla F.C.

Unidades de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de la Jefatura Superior de Policía de Illes Balears que formaban el dispositivo habitual que se organiza en cada encuentro futbolístico tuvieron que intervenir empleando la fuerza al detectar cómo un grupo de seguidores del equipo mallorquín se encontraban causando destrozos en varios vehículos aparcados en vía pública.

Las personas identificadas y denunciadas lanzaron piedras y patatas y agredieron a puñetazos a varios aficionados sevillistas que se encontraban en la calle y tuvieron que ser escoltados al interior del campo.

Cuando intervino la policía, el grupo de agresores mantenía una actitud "muy violenta" y portaba varias bengalas pirotécnicas encendidas, por lo que fue necesario incluso que los agentes pidieran refuerzos de una unidad de la UIP.

Puede parecer sorprendente esta noticia, pero ciertamente, la historia de la patata como elemento arrojadizo es casi tan antigua como el mundo... como el Nuevo Mundo mejor dicho, porque el tubérculo en cuestión tiene origen en lo que hoy llamamos América del Sur. Fue hace unos 7.000 años cuando los habitantes del altiplano comenzaron a cultivarla. Existían varias maneras de utilizarlas con fines dañinos. Lo más normal era coger la patata en sí y arrojarla con la mano o con la ayuda de hondas o artefactos similares. Incluso se han hallado ballestas adaptadas a la forma del tubérculo. Pero también podían ser utilizadas como rudimentaria arma química una vez podridas, lo cual resultaba sumamente desagradable para el atacado.

Actualmente son conocidas por ser un alimento rico en hidratos de carbono, excelente acompañamiento para todo tipo de comidas, pero hay que recordar que no fue hasta las hambrunas de los siglos XVII y XVIII en que se descubrieron sus propiedades nutritivas. Hasta entonces eran peligrosas armas que los colonizadores trajeron de sus exploraciones en el nuevo continente y fueron parte importante en el arsenal de los Tercios de Flandes hasta que su uso se extendió al resto de ejércitos europeos. Con  el desarrollo de las armas de fuego, su declive fue en picado.

Las más apreciadas por su aerodinamismo son las monalisa, que por su forma ovalada alcanzan zonas de impacto más alejadas. Las kennebec, sin embargo, más amorfas y robustas son empleadas para el fuego a corta distancia con el objeto de hacer el mayor daño posible.Las bintje, por su gran tamaño y su forma, son una perfecta combinación entre ambas, permitiendo unos vuelos uniformes a la vez que una fuerza de impacto considerable. Pero sin lugar a dudas, las patatas bravas son las más peligrosas por sus efectos urticantes. Se desconoce la variedad de la patata utilizada por los hinchas mallorquinistas emuladores de los antiguos foners, aunque parece improbable que se tratara de la variedad autóctona dado que la mayoría de la patata mallorquina acaba siendo exportada, además del hecho de que su recolección comenzara justo una semana después del partido en cuestión (aunque visto que se afirma que los altercados tuvieron lugar tras el partido a las 21.30 cuando  el mismo comenzó a las 22.00 horas, el tiempo, como ya adelantara Einstein, parece algo relativo, sin importancia en todo caso). Resumiendo, resulta curioso cómo por un momento, la patata recuperó hace unos días de manos de unos exaltados forofos su ancestral función.