No hay que mezclar amor con fútbol. Pero en el fondo soy un romanticón de cuidado. Hoy os traigo la tierna historia de la relación entre una madurita del Ruch Chorzow y un hooligan represaliado de Slask Wroclaw. ¿Puede florecer el amor por encima de las diferencias futboleras? "Hombre, sí, mira a Xavi y Casillas", pensaréis. Pero estamos hablando de Polonia. Así que ¿podrá superar los controles policiales, las vallas y los barrotes de la cárcel?
domingo, 21 de octubre de 2012
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