BLOG DEDICADO A JAIME MARTORELL MIR




domingo, 9 de octubre de 2011

DIE BESTE LIGA DER WELT



"Odio eterno al fútbol moderno", uno de esos mantras que de tanto repetirlos pierden fuerza y sentido. ¿A qué fútbol moderno? Si nos referimos al de la Liga BBVA, totalmente de acuerdo: sólo dos equipos con posibilidades de ganarla, precios por las nubes en un país donde a duras penas llegamos a fin de mes... los que trabajamos (¿soy el único que piensa que el fútbol debería ser gratis para los parados?), horarios inciertos, ley seca, represión policial, ciberultras (ahí me incluyo yo, para qué negarlo -aunque más en lo de "ciber" que en lo de "ultra"-, esta temporada si exceptuamos un torneo veraniego no he pisado la grada de mi estadio ni creo que lo haga), dictadura televisiva, una prensa de pandereta, huelgas de pacotilla montadas entre patronal y sindicatos para que el Estado (o sea, tú y yo) gaste más dinero público (o sea, el tuyo y el mío) en este ruinoso "negocio" que es el fútbol... por no hablar de la compraventa de partidos, las mafias de las apuestas, etc, etc, que ni salen a la luz y si salen es para correr un tupido velo y crucificar al denunciante. Evidentemente todo eso se refleja en unos estadios con más plástico que espectadores. Antes era cemento, qué pena tanto dinero gastado en reformas y lavados de cara para que se siente el aire.
Pero si nos referimos al fútbol moderno en Alemania, sucede algo diferente. Con muchos defectos como los que acabo de señalar, pero también con muchas más virtudes que, al menos, los compensan. Como decía sabiamente mi querido Dandy mientras veíamos un partido alemán en uno de los biergarten que nos alegran el verano: la Bundesliga es la mejor liga del mundo. Tal vez no cuente con los mejores equipos del mundo ni con los jugadores más guapos, pero es más abierta, con más espectáculo, precios populares y, en consecuencia, colorido en las gradas, estadios llenos (la gente no paga para aburrirse, luego se supone que hay también buen fútbol), horarios determinados a principios de temporada, gradas de pie, venta de artículos de todo tipo con los colores del club... El fútbol negocio no es el problema, sólo que el negocio debe servir al fútbol, y no el fútbol al negocio, que es lo que ha pasado en este país. Ésa es otra reflexión que habría que hacer otro día, el negocio nunca es malo, lo malo es la ruina. O que el negocio de algunos arruine al resto, o a la masa. Y el fútbol, sin resto y sin masa, no es nada.
Hace tiempo que decía que iba a dejar de ser socio y creo que es la decisión más acertada por mi parte en los últimos años... tal vez la única, ciertamente, pues soy maestro en el arte del error. Seguiré con mis neuras en este blog, seguiré dejándome caer por los alrededores del estadio, especialmente en citas puntuales, pero no me van a engañar más. A la mierda este puto circo. Y no lo digo por el RCD Mallorca, que se merece más apoyo ahora que nunca pese a sus guerras internas, que dicho sea de paso, también me aburren. Abandono. Estoy cansado. Y no porque odie el fútbol moderno. Desearía emigrar para poder disfrutar de otro tipo de fútbol moderno. Un fútbol alegre, con ilusión. Pero animar o seguir apoyando a un club que compra plazas no sé muy bien para qué, me parecería incongruente, hipócrita e indigno por mi parte. Todos han acabado con mi paciencia y con la de muchos. Y no sé si hablo sólo de fútbol, la verdad.  

2 comentarios:

  1. Amen. Díficil arreglo tiene esto.

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  2. Apoyamos sin apoyo. Lo malo de todo esto, es que a nadie le interese que acabe, asi que poco a poco estan acabando con el espectador de campo para potenciar al televisivo.
    Odio eterno a ESTE futbol moderno

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