Como esta galleta a veces es tierna y empalagosa como un bizcocho, en un día como hoy os voy a sugerir que veáis una historia de amor. Y qué mejor que una que lleva en su título los colores que mejor combinan. "Rojo y negro", dirigida en 1942 por Carlos Arévalo, narra en tres partes (la Mañana, el Día y la Noche) la relación entre un cenetista y una falangista y cómo esas diferencias políticas acaban por enfrentarlos en esa noche oscura que fue la Guerra Civil. ¿Qué es una guerra civil si no el rojo de la pasión y el negro de la muerte? ¿Y qué es el amor, al fin y al cabo, si no pasión y dolor? Una maravillosa muestra de ese olvidado (injustamente) neorrealismo español, con toques surrealistas, incomprendida y criticada en su día por no ser suficientemente maniquea, y que, como buena historia de amor, no puede tener un final feliz, que esto no es Disney... ¿O sí lo tiene?
martes, 14 de febrero de 2012
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