TAPEO IMPOSIBLE

Cuando cierra un bar, una pequeña parte de todos nosotros muere. A no ser que en el mismo local abran otro dispensador de bebidas alcohólicas, con lo cual experimentamos el gozo pascual de la resurrección. Pero hay bares que deberían cerrar para siempre y ahí siguen.

A continuación vamos a dar una lista de bares en los que nos hemos sentido ninguneados y estafados. Evidentemente es algo personal, y por tanto muy subjetivo. Tal vez alguno diga "si en ese bar se tapea de puta madre", "si son una gente cojonuda"... pues bien, desde aquí le decimos, ¿cuántas cervezas te habías tomado en el bar de al lado para llegar a esa conclusión?

Rincón del Sur: uno de los puntos "obligados" de la conocida como "ruta de la tapa del Rafal". Para nosotros, totalmente prescindible. Pasar de largo es lo mejor que se puede hacer. Se supone que te ponen tapa con cada consumición. Te la cobran, eso sí. Lo aceptamos, es lo que hay. Pero lo que no podemos aceptar es que te la cobren y no te la pongan. Y no estábamos en un rincón, ni del sur ni del norte, ni de tribuna cubierta, ni en una mesa, ni en la terracita,... estábamos justo enfrente de los grifos de cerveza, justo enfrente de donde una amargada camarera  choni con gafas pedía las tapas a su madre, que estaba en la cocina, para sus clientes, categoría en la que por lo visto ella no estimó incluírnos. Si el novio le ha dejado no es nuestro problema. Si no quiere currar en el negocio familiar, que pida empleo en el Mercadona. Si no es capaz de ofrecer una simple sonrisa (ya no exigimos ni siquiera la tapa, visto lo visto la tipa era capaz de escupirnos en un plato y ofrecérnoslo como tal) que se vaya a fregar suelos. Todo lo contrario en La tapa andaluza, en la misma calle, es normal que se monten colas en este establecimiento para entrar: tapas espectaculares, camareros educados y atentos, y chicas tan espectaculares como las tapas.

Master II: en Son Oliva, más de lo mismo. Toda la familia trabaja como camareros. Bueno, lo de "camareros" es un decir. Van pululando por ahí. Son como los caminantes de "The walking dead" pero con menos sangre en las venas. En ocasiones hay más caminantes que clientes, lo cual no impide que al llegar nosotros nos ignoren completamente. Eso dentro del local, imagináos si se nos ocurre sentarnos en la terraza. Una vez que hemos conseguido que atiendan nuestra petición, lo mismo que en el caso anterior: sirven la tapa a según qué clientes basándose en un extraño criterio que aún no hemos conseguido desentrañar. Misma ubicación, es decir, ante las narices del caminante de la barra. Pues nada, como si no existiéramos, la tapa sigue brillando por su ausencia. Lo bueno de este bar es que a la hora de cobrar muestran el mismo entusiasmo, por lo que si os pillan rebotados es bastante fácil que podáis largaros sin haberos comido la tapa pero también sin haber abonado la consumición.

Así que, dueños de bares, ya sean "de tapas", carajilleros, irlandeses o de diseño, ya sabéis, si no queréis salir en esta lista negra deberéis poneros las pilas. O ponernos un pincho, mejor dicho. Nos vamos a peinar todas las barriadas de Palma pero a partir de ahora no vamos a consentir que nos toreen más. Esto no ha hecho más que comenzar. Y aceptamos sugerencias: borrachines indignados, olvidáos de libros de reclamación, esta sección es la vuestra.

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continuará...