BLOG DEDICADO A JAIME MARTORELL MIR




viernes, 3 de junio de 2011

SANTANDER 2011


GIN TONICS EN DONOSTIA

Bueno, mi enésimo viaje a Santander (me encanta esa ciudad) comenzó en tierras vascas. Suele ser así, porque lo habitual es volar al aeropuerto de Bilbao. Y así fue, en efecto. Pero aprovechando la coyuntura, nos acercamos a San Sebastián, donde jugaban Real y Barça.


Visita obligada al estadio, donde vimos el monumento a Aitor Zabaleta, aficionado realista asesinado a cuchillo por alguien que por ello nunca sería amigo mío, y de allí al centro de la ciudad. Ambiente futbolero por todas partes, muchos visitantes pero también mucho local con la camiseta del equipo haciendo sus pinchos y vinitos. Eso es lo que me jode de los mallorquines. Les encanta viajar a estos sitios y hacer el monigote, ponerse a gusto y enseñar luego las fotos de tapeo y pacharán con la gorra de bañas y la bufanda. ¿Por qué aquí no hacen lo mismo? Y que no me vengan con la historia de que Son Moix está donde está, porque no estoy hablando de los alrededores de Anoeta, sino del centro de la ciudad. Aquí, el Coyunda y porque hay buffet. ¡Cuánta razón tenía Manzano cuando dijo aquello de la paella!
Pero bueno, nosotros a lo nuestro. Al fin servidor, tras haber visitado media Europa, se encuentra con una ciudad más cara que Palma. Como eso de los chacolís no nos acabó de convencer (no le veo la gracia y además teníamos hambre con el inconveniente de que aún no estábamos lo suficientemente alcoholizados como para ir robando pinchos, que cuando estamos sobrios nos cortamos mazo), optamos por comer de menú. 13 € el más barato. Y sospecho que porque estaba en una zona algo "particular" en la que había águilas negras en banderas amarillas y chavalillos con pintas de skater-montañero, aritos y esa especie (morbosa, para qué negarlo) de skingirls (?) con medias (no de rejilla, gracias a Dios) y Adidas negras. Y después empezamos con los gin tonics, que dicen que por allí los hacen muy buenos. Y la verdad es que se esmeran. El punto justo de ginebra... aunque cada uno nos sabía mejor que el anterior.



 
Poco que destacar, salvo el arrebato de pasión de uno de mis compañeros de viaje con una camarera del lugar en el almacén de una whiskería. Aunque debo confesar que tal vez yo tuve algo que ver. El consumo de películas pornográficas los días anteriores y de gin tonics esa tarde alteró mi percepción de la cruda realidad y tal vez influí involuntariamente en mi compañero de viaje. Corramos un tupido velo.


Ya avanzada la noche, y tras varios infructuosos intentos de quedar con unas orientales que habían tenido a bien invitarnos en la prensa local a visitarlas, decidimos acercarnos a un lugar apartado en la foresta, que nos había recomendado un "tal Iván", llamado Yokin, con un riachuelo cerca, en el que había también mucho ambiente. Futbolero y del otro. Y el único lugar que no encontré más caro que sus equivalentes mallorquines. Manda huevos. Total, que una vez cumplidas nuestras más inmediatas (y diferentes) necesidades, llamamos a un taxi en el cual sonaba un acordeón tocando lo que yo supuse que eran canciones tradicionales vascas, pues no me enteraba de nada, y menos con las apreciaciones insistentes de "temazo" de uno de los expedicionarios, y pusimos rumbo al coche en el cual debíamos pernoctar esa noche. Pernoctar poco, la verdad, pues a primera hora teníamos que dirigirnos a Santander.


¡ODIO, ODIO, ODIO!


Nada más llegar, a eso de las 9 y algo, fuimos al hotel del Mallorca donde debían estar las invitaciones. La recepcionista debió pensar: "estos mallorquines son pesados de cojones, siempre que juega el Mallorca vienen pidiéndome entradas, ¿tendré cara de taquillera?". La cuestion es que aún no estaban, así que mientras tanto fuimos a nuestro habitual hotel de concentración en la capital cántabra. Ya instalados, comenzamos a degustar la rica cerveza (muy buenas las tortillas de patatas que hacen por allí, no recuerdo haber disfrutado de ese manjar las anteriores ocasiones en que he ido, aunque el hecho de que no lo recuerde no significa que no lo haya hecho), recogimos las entradas e hicimos un poco el pipa en la zona del Casino (somos invisibles para los camareros) con el resto de mallorquinistas desplazados. Juntos, pero no revueltos, por supuesto. Allí nos reunimos con unos viejos amigos (gracias por soportarnos) y tras visitar el estadio, degustamos las habituales rabas y mejillones que me vuelven loco cada vez que voy. Luego, otra vez rumbo al Sardinero donde Juventudes Verdiblancas organizaba una recogida de alimentos. De haberlo sabido hubiéramos llevado unos paquetes de quelitas. Desde aquí un aplauso a esa iniciativa que en unos tiempos como éstos debería estar más extendida. Y debo añadir que fue un éxito. No quiero entrar en comparaciones porque a lo mejor tampoco es justo, pero en Mallorca hemos podido comprobar cómo iniciativas parecidas han sido un fracaso, seguramente por la falta de promoción. Y eso que los puestos de recogida están en todos los accesos al estadio. Allí la gente preguntaba dónde tenía que ir porque la recogida era en un local del estadio algo oculto, y aún así se molestaban en ir bajo la lluvia con su humilde aportación a tan noble causa.


Al partido entramos ya comenzado el partido, como es habitual. Y más que nada, si entramos fue por el aliciente de tener entradas de tribuna y poder degustar el placer de ver a los mallorquinistas desplazados encajonados en la jaula, como animales de un zoo. "Hay que ir de casual, no te pasa ná".


¡Ups, perdón!


Al día siguiente pude ver en televisión a uno de los desplazados quejándose de la ubicación que les habían dado. Pero tontolhaba, estás en un estadio de fútbol de verdad, a pie de campo, ¿tú que quieres?, ¿prefieres la mierda de grada de Son Moix a 300 metros del campo? Con aficionados así cada día tengo más claro que no nos merecemos un nuevo Sitjar. Sobre los ultras locales, correctos, aunque debo destacar que al estar al lado de Concanos, oíamos a estos bastante más. Pero vamos, quienes me conocéis ya sabéis mi debilidad por los chicos de Juventudes, como dice la canción  "ni azules falangistas ni rojos comunistas, no busques pistas, sólo soldados que pelean por colores racinguistas".

Acabado el partido, el alcoholismo (algún orujo, por supuesto) y drogadicción habituales hasta que se lió la cosa. Un amable anfitrión se empeñó con toda la buena intención del mundo en llevarnos a un local con muchas... amigas suyas. Después de habernos deleitado con un improvisado minicastillo de fuegos artificiales en plena ciudad. Todo un detalle.
Pero antes fuimos a cenar, y ahí la cosa se torció un poco. Tras un intercambio de impresiones gastronómicas, los amables trabajadores de un MacAuto nos obsequiaron con una "cheeseburger extrasal big sodio". Vamos, como para pillar una hipertensión de campeonato. La putada es que le tocó al chófer, pero como buenos huéspedes, se la intercambiamos por una de las nuestras. La cuestión es que, como os decía, nuestro amigo (a ver si te dejas caer pronto por Ballermann 6) se empeñó en acompañarnos a un conocido recinto de ocio llamado Borgia, que era algo así como el Yokin que habíamos visitado la noche anterior, pero no lo encontraba y nos fuimos alejando de la capital cántabra hasta encontrar otro sucedáneo del Borgia. Pero resulta que ya no había amigas suyas, por lo que nos fuimos, no sin cierto alivio por nuestra parte, ya que a primera hora de la mañana teníamos que estar en el aeropuerto de Bilbao. La verdad es que lo que más deseábamos era coger la cama del hostal. Luego vimos el Borgia de paso pero afortunadamente los accesos eran infranqueables para nuestro cicerone.
Tras dejarnos ya en la ciudad, deambulamos un rato hasta que fuimos rescatados por otro de nuestros amables anfitriones que por casualidad nos había visto vagar sin rumbo fijo. Y bueno, ya hechos bastante polvo fuimos a la mañana siguiente al aeropuerto de Bilbao donde servidor debía coger el avión de vuelta hacia mi querida Roqueta.
Cuando llegué y mis allegados preguntaron: "¿qué nos has traído?", yo les contesté: "¡odio!, ¡odio!, ¡odio!"

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Free Beer Cursors at www.totallyfreecursors.com