LOOKING FOR ERIC

Obligado por la curiosidad, por la nacionalidad y por el carácter futbolero del filme, hace unas semanas me dispuse a ver (en la paz del hogar, por supuesto) Buscando a Eric, de Ken Loach, cuyo principal gancho era la presencia de la leyenda del Manchester United, Eric Cantona. El resultado es una comedia agridulce (más -dulce que agri-, la verdad, pese a las pinceladas de ese realismo trágico tan habitual en el director), una versión modernizada de Capra en la cual la redención consiste en dar marcha atrás, levantarse y comenzar de nuevo y confiar en los amigos. La historia va sobre un tribunero (de tribuna sol, no de cubierta) cuya vida es un desastre, pero gracias a la droga de uno de sus hijos, se le aparece su ídolo Cantona y le ayuda a reconducir su desorientada existencia. La actuación de éste está bien, nada del otro mundo. Personalmente, me quedo con la del tipo lector de libros de autoayuda, que tiene su gracia. La película tiene algún momento de intensidad dramática, sobre todo en la relación del protagonista con sus hijos, y otros de ñoñería que provoca algo de vergüenza ajena. Interesante la alusión al FC United of Manchester, equipo creado por aficionados reds como reacción a la mercantilización del club mancunian. Dada la militancia izquierdista de Loach no podía ausentarse de la película este curioso acto de rechazo al fútbol negocio. ¡Qué lástima que la moda de las bufandas verdes y amarillas haya venido después, hubiera quedado muy bien en pantalla!

Moraleja: si tienes problemas, fumando un poco de hierba se te aparecerá un genio de la lámpara que te irá orientando sobre lo que tienes que hacer. Y si vives bajo la amenaza de un matón, como no tengas cien amigos dispuestos a dar la cara por ti, lo llevas chungo (enseñanza esta última que ya aprendí en el episodio "Bart General" de Los Simpsons).

¿La película? Pues no está mal para pasar una tarde de esos aburridos domingos sin fútbol, verla, y dejarla con el resto de la colección de películas futboleras para seguramente no volver a revisarla. Me gustó más Fuera de juego, basada en el libro Fiebre en las gradas... a ver si la vuelvo a visionar y os cuento qué me parece hoy, mis queridas galletitas.