BLOG DEDICADO A JAIME MARTORELL MIR




jueves, 19 de junio de 2014

OLD IS COOL


Afortunadamente en España los debates cibernéticos sobre el casualismo han llegado a otro nivel, aunque sea en petit comité. Ya era hora, la verdad, cuando hace más de veinte años que surgió la primera pancarta con tan enigmática palabra en el Nou Camp (¿o Camp Nou?, nunca lo tuve claro). Así que voy a aportar otro tema más de debate. Y es que "casual" es una palabra sujeta a variadas interpretaciones. Para Antonio Salas-Manuel Carballal sería un skin nazi que lleva pelo largo y "ropa normal" para pasar desapercibido; para un periodista catalán sería un perteneciente a una facción criminal y fascista de los Boixos Nois; para un periodista británico sería un hooligan escocés; para un hooligan escocés sería un matón del Aberdeen...
Supongo que ésa es una de las razones por la que algunos se refieren a la escena casual como la cultura sin nombre. Pero creo que más o menos todos tenemos claro a estas alturas que un casual es, simplificando, un hooligan que no lleva distintivos de su equipo y que rinde culto a ropa informal de determinadas marcas (entendiendo por "hooligan" un tipo que se pega por fútbol, porque la palabreja también daría para otra entrada...). Así pues, ¿quiénes fueron los primeros en adoptar el casualismo fuera de las Islas? En mi modesta opinión fueron belgas, holandeses y alemanes.
Aunque alguno sostenga que Italia fue uno de los primeros países en adoptar esta corriente estética, lo cierto es que sólo echando un vistazo a fotos de la época se demuestra claramente que no es así. No lo es ni en el modelo de grada ni en el estilo de vestir. Argumentar que el casualismo estaba presente en Italia por el anecdótico hecho de que en una foto de ultras milanistas uno de ellos llevara una chaqueta Stone Island es tan endeble como defender que eran también madridistas sólo porque en la misma foto otro ultra exhiba una bufanda del Real Madrid.
Y ya utilizando el nombre "casuals" aparecieron a finales de los 80 los primeros grupos en Bélgica y Francia que se desmarcaban de la estética skin y ultra tradicional. Luego lo harían en Barcelona. Tal vez estéticamente no cuadraban con lo que era la subcultura, pero ya utilizaban el nombre, algo que en Italia aún tardaría unos añitos en verse.
Aunque las diferencias estéticas entre los primeros casuals del continente y sus homólogos británicos no eran muy grandes (Phil Thornton comentaba en una entrevista cómo se mofaban de holandeses y alemanes por copiarles), a saber, ciertas influencias del hip hop, uso de calzado deportivo, chaquetas de chándal, peinados similares, incluso marcas como Best Company, Chevignon o Kappa, en Alemania harían suya una estética que con el tiempo sería menos clásica que la de los británicos, más estridente y juvenil.
Mientras en Holanda se optaba por las chaquetas de piel, las gorras de camionero, las gafas de sol... o las cadenotas de oro (no sé muy bien por qué, supongo que imitando a los raperos, pero echadle un vistazo a algún vídeo o fotos de la época), en tierras teutonas el fenómeno adquiría unas dimensiones propias adoptando marcas más acordes con sus particulares gustos y que los diferenciarían de los clásicos fans con sus chalecos parcheados y su estética metalera, así como de los skinheads. A las archiconocidas beisboleras Chevignon hay que añadir la predilección por sudaderas con grandes logos, las cazadoras college, los pantalones de peto, jeans más bien anchos o acampanados, los pañuelos al cuello, las zapatillas Reebok y New Balance, y un largo surtido de marcas de entre las que destacarían Diesel, Calvin Klein, Carlo Colucci, Replay, Blue System (la marca de culto por excelencia), Big Star, Cordon, Jet Lag, Carharrt, Iceberg,... y más recientemente Enèrgie, Schott, G-Star, Dickies, así como marcas más comunes como Armani o Ralph Lauren.

 


 
 
Surgía así un casualismo alemán, aunque sus seguidores no adoptaran tal nombre. Con el tiempo, especialmente tras la reunificación y la consiguiente influencia de los alemanes del Este, más "fascistizados" y más "retro", así como tras la difusión del modelo ultra en las gradas alemanas, la estética deportiva (más cómoda para el enfrentamiento en los bosques) mezclada con ciertos elementos de la skin fue imponiéndose entre los hooligans y era más habitual ver marcas como Umbro, Lonsdale, Pit Bull, Thor Steinar, Everlast, Pretorian, y otras nacidas descaradamente dentro de la escena como Hooligan Streetwear o Troublemaker. La musculización y "profesionalización" del hooliganismo también influyó en la ropa. Hoy en día, en general, los hools alemanes visten prácticamente lo mismo que casi todos sus equivalentes del resto del continente. Es decir, estilo clone island.

3 comentarios:

  1. Muy buen articulo Mr. Quely. Para quienes nos interesa esta cultura y nuestro nivel de idiomas extranjeros es nulo, este tipo de entradas son muy apreciadas.
    ¿Veremos algún articulo así sobre ropa y estética en Wannabes?

    Un saludo

    ResponderEliminar
  2. Pues no sé cuáles serán exactamente los contenidos del próximo Wannabes (ya adelanto que habrá un próximo número), sólo puedo decir que lo poco que sé está relacionado con los contenidos habituales (música, entrevistas...).
    Un saludo y gracias.

    ResponderEliminar
  3. Desde mi punto de vista, y estéticamente hablando, se podría establecer un paralelismo, entre la influencia de la "rave scene" en los casuals británicos, en el sentido de que hubo marcas que pasaron de las pistas de baile a las gradas, y la escena "gabber o hardcore" en los "casuals" holandeses y belgas respectivamente, donde tengo la sensación que pasó algo parecido. Marcas deportivas como Fila, Kappa, L'Alpina, etc eran propias del "look" de los gabbers y hardcoretas, así como el uso de cadenas en el cuello o pendientes.

    ResponderEliminar

Free Beer Cursors at www.totallyfreecursors.com