¿...SIEMPRE ES POSIBLE?

La verdad, en un país que está cayendo en picado, donde en un tiempo récord hemos pasado de receptor de inmigrantes a generador de emigrantes y donde la memoria histórica parece consistir en hacernos revivir la España de los años 40, sólo que ahora sin cartillas de racionamiento, sin pertinaz sequía y sin esperanzas de salir adelante, hablar de esto de lo que voy a hablar parece frívolo o cuando menos, infantil. Pero bueno, es lo que nos marcamos al principio de hacer este blog, intentar abordar temas relativos a las gradas mallorquinas como si fueran de importancia.

Lanzo una pregunta: ¿es realmente necesario un grupo ultra en el RCD Mallorca? Y antes de nada, ¿qué es un grupo ultra? Bueno, tras muchos años como estudioso de hinchadas (debo tener ya un par de posgrados), creo que puedo resumir cuáles son las características que definen a un grupo ultra:

· Animación organizada: coordinación de cánticos, material de grada, elaboración de tifos y coreografías, pancartas...

· Material del grupo.

· Exhibicionismo.

· Uso de la violencia.

· Radicalismo ideológico (no me estoy refiriendo a "extremismo político", aunque también pueda incluírse).

Es cierto que cada uno de esos puntos puede ampliarse o matizarse, pero a grandes rasgos es lo que diferencia el modelo ultra de grada de otros. Y añadiría uno más: autogestión. En España, la autogestión prácticamente no existe, con la particularidad, además, de que el modelo ultra requiere sí o sí del visto bueno de la directiva del club, y hasta de la financiación por parte de éste. La elaboración de tifos, la colocación de pancartas. la consecución de paquetes de entradas, el "cuartito" de material,... sin el apoyo de la directiva es imposible.

Los últimos acontecimientos en la isla (esperpénticos, todo hay que decirlo) creo que van a tener un efecto positivo, al menos de aquí a un tiempo: algunos van a acabar por darse cuenta de que seguir con el modelo ultra está condenado al fracaso.

Tenemos aquí una oportunidad única para liquidarlo y dar lugar a algo nuevo, un foco de animación a la alemana, algo novedoso que deje de arrastrar el calificativo de "ultras" y que suponga de verdad un revulsivo para la animación: división en pequeños grupos y peñas sin preeminencia de ninguno de ellos, apolitización total del fondo, abandono del tifo organizado (prácticamente inexistente, por otra parte) y apuesta por un colorido más caótico y espontáneo.

Ya habéis podido intuir cuál es mi postura al respecto, pero en esto no tienen nada que ver mis filias ni mis fobias, creo que hablo desde la neutralidad más absoluta. Y desde mi experiencia, basándome en errores y aciertos pasados. A mí me encantaría una grada de gente bien vestida (cosa que ni yo mismo cumplo, dicho sea de paso), "echá p'alante" y con cánticos ingleses. Pero sé que es un imposible. Creo que ha llegado el momento de que los amantes del estilo ultra (sin lugar a dudas mucho más numerosos que el de los amantes del estilo británico) se den también cuenta de que su ilusión también es en vano. Y que el futuro, sólo pensando en nuestro club y no en intentar ponernos medallas unos y otros, es aglutinar a toda la gente con ganas de animar. Y, muy importante, eso sí, respetar a toda esa gente y hacerse respetar por ellos. Sé que pensar que esto va a suceder, y que se desarrollará en el futuro en la grada de un estadio de fútbol de verdad tiene un nombre: utopía. Pero... siempre es posible.