66/67 FAIRPLAY WAR GESTERN

"66/67 Fairplay war gestern" es la historia de un grupo de amigos, seguidores del Eintracht de Braunschweig, que van juntos al fútbol, se pillan sus "colocones", pelean codo a codo,... pero el tiempo va pasando y ese factor, unido al descenso del equipo, hace que afloren los "poblemones" que arrastran en su vida cotidiana, "hay mucha tensión" en el ambiente, discusiones estúpidas, vida sentimental agitada,... "está muy jodida la cosa". Además del hecho de que el grupo original ya había ido menguando hasta que al final sólo quedan seis (de los que uno, por cierto, es policía)... ¿Por qué me resultará familiar esta historia? Eso sí, la conclusión es que la amistad está por encima de todo. Que no es poco.

Pese a no enterarme de nada (tendré que ir al Müller a ver si encuentro el DVD con subtítulos en inglés, y así pillo algo), especialmente la razón por la cual Florian lleva la muñeca vendada en una escena, luego no, luego le hieren, se la vendan, luego no la lleva vendada y luego la vuelve a llevar, y para más inri, haber mucho diálogo, me ha gustado bastante. Aborda de una manera cruda el punto al que se llega cuando se ha vivido la pasión balompédica de esa manera que sabemos y se descubre que nada es para siempre, que el tiempo pasa para todos, que las cosas cambian y que hay que plantearse si continuar con estas bobadas del fútbol o tirar para adelante con la vida: "¿me voy a buscar un ruinón" por cuatro pelagatos en pantalón corto?

Y lo peor es que cuando ven lo que es su vida, se dan cuenta de que son unos fracasados. Y eso es duro, es la versión futbolera del tío ése que ha estado currando desde chiquillo en una misma empresa y el dueño se jubila, y lo echan, y no sabe qué hacer; o el preso que no conoce más mundo que el de la prisión y delinque para volver a entrar.

Tal vez por eso me ha gustado, porque creo que ya he llegado a una edad en la que puedes captar la esencia de la historia. Fútbol hay poco, la verdad, y acción también poquita, prácticamente toda sale en el trailer.

Por cierto, mítica esa foto de Breitner con la publicidad de Jägermeister.

ADVERTENCIA: probablemente la película no tiene absolutamente nada que ver con lo que he interpretado, pero es que, parafraseando a Homer Simpson, cuando no entiendo nada, yo me las invento.