PAJA

Hace tiempo que no os doy la tabarra con mis pajas mentales, pero hoy es de esos días en los que tengo que soltar 4 cosas. Y vosotros vais a ser mis víctimas. Consentidas, espero.

1. Desde luego, como los viajes no hay nada. No sé si para bien o para mal, pero queda claro que cada viaje siempre es una experiencia nueva. O no tan nueva. Pero no cabe duda que es muy divertido, aunque te arrepientas y tengas dolores de cabeza los tres días siguientes. Y además, cuando sirve para enterrar leyendas urbanas sobre supuestas rivalidades feroces donde, al menos por nuestra parte, nunca las hubo, sino más bien todo lo contrario, pues mejor que mejor. Un saludo a esos amigos que hemos dejado por allí. Hay que viajar, es lo mejor de esta enfermedad.

2. Pasando a otra cosa, me gustaría aclarar que los hooligans no suelen llevar camisetas que ponen "hooligans".

3. Pero el grueso de mi comentario es, como no podía ser de otra manera, relativo al utópico Lluis Sitjar 2016. De todos modos, voy a esperar a que se presente el proyecto para opinar. O para no hacerlo. De momento, esa recreación que se ha hecho en El Mundo me parece de risa y espero que sólo se deba a una broma de mal gusto.

Pero lo que sí sabemos es algo que no hace albergar muchas esperanzas. Aparte del "pequeño detalle" de la suspensión de pagos, claro está. Y es que el proyecto se ha encargado a Guillermo Reynés. El hombre de paja con el sombrero de paja que, a falta de imaginación, se dedica a regurgitar construcciones ya realizadas. Así lo hizo con Son Moix, que como no me canso de repetir, ya es malo hasta como estadio de atletismo. Se limitó a hacer una mala recreación del Luis Sitjar (una tribuna de sol y una cubierta con unos fondos asimétricos) con el añadido de la pista de atletismo, cuando lo que debería haber hecho es una especie de Anoeta (para que lo entienda, ya que parece negado para la innovación), un estadio totalmente cubierto y con una altura uniforme.

Ahora dicen que quiere hacer un Allianz Arena inspirado, eso sí, en el estadio de Cornellà. O sea, un batiburrillo, otra apuesta por la originalidad. Como Son Moix. Hay que reconocer que Son Moix es algo inédito. Ni a Calatrava se le hubiera ocurrido diseñar un mamotreto tan feo como poco funcional.

4. Qué malo es el capitalismo, qué cruel la Justicia burguesa y fascista,... pero qué útil resulta el dinero para comprar la libertad de unos hijitos de papá, ¿verdad?