FELICES DIECISÉIS

"Felices dieciséis" (2002) de Ken Loach es una película sobre un chav quinceañero, Liam, cuya única ilusión es comenzar una vida nueva junto a su madre cuando ésta salga de la cárcel en la que está cumpliendo condena. Evidentemente, el troskismo militante de Loach no deja de estar presente en la película. Crítica al patriarcado machista en la figura del padre y el abuelo de Liam, siendo además el padre (o padrastro, porque me acabé haciendo un lío, se ve que la madre era un poco ligera de cascos) un poli corrupto (el sistema está corrupto en todos sus niveles). Y la madre como mujer y víctima. Dichosa familia, invento burgués... Y claro, en ese entorno, el chaval protagonista, que es buena gente y sensible (¡si hasta le gusta la ópera!), pero que se ve obligado a delinquir porque es su única salida. Sin embargo, sus ansias de ascender socialmente hacen que se degenere y embrutezca, lo que le lleva a la perdición.

Vamos, la historia vista ya un montón de veces: el chico es bueno pese a sus prontos (demasiado bueno, creo que es uno de los fallos del guión, muy alejado de los macarrillas de "The football factory" que no dejan de ser unos cabroncetes repelentes) pero el entorno, los árbitros, la prensa,... hacen que se malogre.

Pero volviendo a la película, no está nada mal, creo que refleja de un modo creíble la situación de esos ambientes marginales ingleses: familias desestructuradas, ambiente opresivo, violencia, drogas, malas cartas jugadas de mala manera, etc. "Gente humilde, de barriada", sin oportunidades. Y al final, la madre resulta no ser tan víctima. O sí, pero consentida, lo que en cierto modo hace que la trama no resulte tan maniquea como podría parecer en un principio.