Del casualismo está dicho prácticamente todo, pero una de las conclusiones que más me chocan es esa corriente que defiende que el casualismo es "pasar desapercibido". Y me choca porque estamos en España, donde el movimiento ultra, o hooligan, como prefiráis, está tocado de muerte. ¿De verdad se puede pasar desapercibido en España? ¿De verdad el núcleo duro de Boixos, Ultras Sur, Biris, Herri Norte (por citar a cuatro grupos de peso en la actualidad) pueden lograr pasar desapercibidos a ojos de policía, afición rival, etc? Aquí en Mallorca, servidor, poseído por el casualismo, tiene en su armario el top ten de las marcas típicas y relacionadas con el mismo. Unos diréis (pocos, espero): "¡joder, qué cantoso ir al campo con un abrigo Stone Island y unas zapatillas Adidas-Samba-Stone Island!" (¡siiiii, joder, las tengo!), pero os diré algo: ya puedo llevar abrigo Stone, gorra a cuadros, o abrigo Pepito de los Palotes y sombrero mejicano,... ¡qué cojones, puedo ir vestido de obispo!, que cuando llegue a la puerta de acceso a mi grada, el jefe de la Brigada de Información me llamará por mi nombre y, junto a unos señores de azul, me registrarán, etc, el poli Robocop me dirá que si la lío me hará una recetita para dar un donativo a Delegación de Gobierno, y el poli carajillero de cada domingo al verme, me dirá "hoy no la líes, que el tema está chungo". Por eso pido a los doctores honoris casual, a esos eruditos del casualismo, que despierten de sus sueños húmedos y se den cuenta de la realidad que hay en las gradas españolas.
viernes, 25 de junio de 2010
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