La verdad es que hablar de la situación del Luis Sitjar me produce aburrimiento. Pero en fin, para darle vidilla al blog comentaré lo que creo que todos tenemos más que claro. O al menos yo. Que el Ayuntamiento de Palma es un desastre y la que en Última Hora Punto Radio calificaron como "puta Calvo" una inepta que cree, como su antecesora, que una zona verde consiste en poner cemento a mansalva, sin un triste árbol (ni un triste retrete), que hay que pagar por aparcar (y por cagar) y añadir un carril bici (al menos en eso es original) que no va a usar nadie, lo sabemos todos y creo que no hace falta comentar nada. Tenemos lo que nos merecemos. Inconvenientes de la democracia.
Pero que se rasguen las vestiduras los copropietarios del estadio a estas alturas, entre los que está el RCD Mallorca, cuando son ellos los que han provocado (sí, sí, he escrito "provocado") la actual situación de deterioro del antiguo estadio para forzar una recalificación que nunca va a llegar, es tan patético que sobran comentarios. Estaba claro que lo que pretendían era vender por una millonada para construir pisos, algo que el anterior consistorio ya les negó porque el Luis Sitjar entraba dentro de esa utópica "falca verda", que no sé qué coño significa, pero que de "verde" tiene más bien poco. Vamos, que no ganarían lo mismo con la expropiación que si se los vendieran al Ser Superior.
Sé que poner de acuerdo a unos cuantos mallorquines con dinero de por medio es imposible. Estoy seguro de que si los terrenos del Luis Sitjar hubieran pertenecido al novio de la Duval, por poner un ejemplo, tendríamos un parque, o unos pisos de lujo, o un estadio nuevo,... de la hostia, fuera lo que fuera. Y encima el tío habría ganado un pastón.
Pero que no nieguen que se frotaban las manos cuando la que en Última Hora Punto Radio calificaron como "puta Calvo" anunció la construcción de un palacio de congresos en los terrenos. Había cautela, sí, la única cautela del "cuánto nos darán", pero entonces nadie hablaba de sentimientos, de mallorquinismo ni de zarandajas. Les importaba una mierda el Sitjar y todo lo que contiene. Sé de buena tinta que con el cambio de estadio, muchos documentos, cuadros, trofeos, etc, acabaron en el contenedor de basura más cercano (o abandonados directamente), y si alguno se salvó fue gracias al rescate de algún romántico que pasaba por allí. Los únicos que han mostrado algo de sensibilidad y de interés no crematístico han sido los de ARCA (aunque creo que el nombre completo es ARCA-Llegat Jueu) que han pedido que se conserve la puerta de acceso de Gómez Ulla con el escudo de los tiempos de la República.
No soy para nada un visionario, sin embargo yo ya hablaba de un estadio con un centro de ocio, aparcamiento subterráneo, y una zona verde de verdad hace ya once años. Que ahora se les haya ocurrido como último clavo ardiendo a los copropietarios, suena a broma. Apelan ahora a los mallorquinistas. A los mismos a los que apeló el club cuando le excluyeron de las competiciones europeas. Apelaron a todos, menos donde tenían que apelar. Aunque bueno, al menos no fueron tan hipócritas como para encabezar la manifestación...
Lo triste es que, volviendo a los representados por el señor Aguiló, van a acabar como el payés aquel que cuando le ofrecían un pastón por sus tierras, se negaba a vender pensando "si me ofrecen esto, es porque vale más, otro vendrá que más me dará". Total, que el hombre se murió sin un duro esperando una oferta que sólo estaba en su imaginación. Que con su pan (y su aceite) se lo coman.
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