Concluída ya la anunciada movilización mallorquinista contra la decisión de la UEFA que todos ya conocéis, me dispongo a hacer mi particular valoración. Servidor no ha podido asistir a la protesta por sus obligaciones laborales. ¿Por qué no podría ser yo uno de esos cinco millones que están en el paro? ¡Uy, perdón, no quería frivolizar con un tema tan serio! Después de haber celebrado la victoria española en el Mundial no me puedo permitir tal veleidad si no quiero arriesgarme a que me boicoteen el blog los centinelas del proletariado. Vamos, resumiendo, que no he podido ir a mostrar mi repulsa contra otra de esas jugarretas del fútbol moderno. Pero por lo que me han contado (al más fiel estilo ultraforero) y por lo que he leído, entre 1000 y 2000 personas se han concentrado en la sede de la Federación Balear de Fútbol bajo el lema "UEFA, fair play, please". No está mal para ser una manifestación improvisada, en un día laborable, en un lugar poco acogedor (la FBF está en una zona de las afueras prácticamente incomunicada para el peatón), sin autocares ni manifestantes profesionales ni organizaciones subvencionadas montándola. Y sin bocadillos para los típicos inmigrantes que salen en la foto. Pero visto lo visto (que es lo que me esperaba) queda claro que la capacidad de convocatoria del RCD Mallorca es ínfima. Espero que los abogados que están preparando los recursos sean buenos de verdad, porque si fuera por la presión popular y no por los méritos deportivos, este club jamás jugaría en Europa. Pero vamos, ni este club ni otro de la provincia de Castellón.
¿Mensajes racistas?
Reconozco caras
¡Está tremenda! Y no me refiero a la exalcaldesa
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