Entre la masa de seguidores mallorquinistas no todos son los vejetes que salen entrevistados en IB3 o Canal 4 con gafas, puro, y conjunto de gorra y bufanda del Mallorca al que añaden la imprescindible manta zamorana en sus visitas a campos peninsulares (tribuna cubierta). Ni tampoco son todos estudiantes frikis vírgenes (esto último no hacía falta añadirlo) con incipiente perilla y también con gafas (fondos). Ni andróginas y orondas exalcaldesas (tribuna de sol). Afortunadamente el Ono Estadi también alberga una variada fauna de especímenes únicos que son los que hacen, al fin y al cabo, más grande a este humilde club. Comenzamos en esta entrada un sentido homenaje a todos -o al menos a parte de- ellos.
Xisco el Loco (le llaman Radio): ataviado con gorra del Mallorca, bufanda italiana de Ultras Mallorca, forro polar rojinegro (indistintamente de que haga frío o no) y transistor rojo (sin auriculares) con forma de balón producto oficial del RCDM en el que, según algunos, aún sigue escuchando al Butanito. Es capaz de repetir los resultados y goleadores de los RCDM-Valladolid disputados desde el año 1984. Se concentra durante las pretemporadas y no acude a los partidos nocturnos. Acumula en su hogar multitud de obsequios regalados por periódicos o repartidos en el estadio a los espectadores (incluyendo los correspondientes a otros espectadores) relacionados de alguna manera con el club, padeciendo una variante del síndrome de Diógenes a la bermellona. Autoproclamado sucesor de Don Bernat.
Don Bernat: toda una vida.
Pepe CUCS ("en un momento dado mejor estás callado"): fundador de un foco de animación en el fondo norte del Luis Sitjar formado básicamente por él con la compañía de un megáfono. Entre sus anécdotas, una de las más célebres es su presunta asistencia a la curva romanista, testimonio que quedó desacreditado tras quemarse la mano al intentar encender una bengala en las Tortugas. Atuendo conformado por chaleco vaquero parcheado al estilo alemán, megáfono y yogur (con cuchara). Tatuajes: ensaimada mecánica.
Crispín: personaje rechoncho caracterizado por su hebilla de bulldog con bandera española y bandera (con palo) intercambiable según el evento al que asista, a saber: del Mallorca en partidos del Mallorca, de Mallorca en los 30 de diciembre (siempre con el bando anticatalanista, claro está), del Real Madrid en las Tortugas con motivo de alguna celebración, o del PSOE en las campañas electorales (se le puede saludar en la Vía Sindicato).
continuará...
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