Tú no insultes, tú no saques esta bandera, tú no hagas sonidos selváticos, etc, etc. ¿Os suena, verdad? Imagino que sí, son las absurdas prohibiciones relacionadas con la Ley del Deporte y seguramente por las cuales a más de uno de los que seguís este blog os habrán empurado. Pero resulta que los verdaderos protagonistas de este circo, que no son otros que los que le dan las patadas al balón, o sea, los futbolistas, esos ídolos de masas, esos ejemplos a seguir, esos iconos de las más prestigiosas marcas comerciales, son los que se comportan lamentablemente sobre un terreno de juego. Si después del pelotazo al público de Messi alguien le tira una botella a la cabeza, ¿alguien se hubiera extrañado? Después de los escupitajos de Pepe a jugadores del Barça ¿nos sorprendería que en el Nou Camp le utilicen como diana? Podría ir más atrás y comentar los gestos de Marcelo en el Calderón, o del propio Cristiano. Yo pregunto: ¿eso no genera violencia? ¿No va siendo ya hora de que los mismos que te meten 3000 euros por insultar a la aficion contraria se preocupen de que los jugadores, entrenadores, directivos, etc, tengan un comportamiento más ejemplar?
Pues sí, hace falta más autocritica y que se dejen de polladas menores. Evidentemente que es normal que la gente quiera sacudir a Messi o a Pepe.
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